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18 may 2013

Entre el “Gran Hermano”, HAL 9000 y el camarote de los Hermanos Marx: Las distopías extremas de la ciudad futura (Smart City).

El cine ha mostrado visiones distópicas de la ciudad futura, como en el caso de Los Angeles en la película Blade Runner.

Utopía era el mundo perfecto concebido en la ficción por Tomás Moro y cuya denominación, hizo fortuna para acabar representando inspiradores horizontes ideales para la sociedad. Por el contrario, las distopías muestran escenarios negativos en los que se manifiestan con crudeza los temores existentes en una comunidad.
La Smart City ya no es una utopía sino una realidad (aunque incipiente) pero también cuenta con sus distopías, que expresan los miedos de nuestra sociedad sobre la ciudad futura. En ellas, aparecen pesadillas basadas en la Tecnología y en la Participación, que son las claves subyacentes de las Smart Cities.
Esas distopías nos invitan a formularnos preguntas. ¿Se convertirá la tecnología en el instrumento de control de un “Gran Hermano” para anular la libertad y subyugar a los ciudadanos?, ó ¿llegará un grado de automatismo (inteligencia artificial)  que elimine el albedrío de los seres humanos como sucedió con la computadora HAL 9000 de la odisea espacial de Kubrick?, o en otra línea ¿la participación ciudadana podría conducir a un caos organizativo, como en Babel, originando situaciones inmanejables como la que representaron los Hermanos Marx en su conocido camarote de “Una noche en la ópera”?
Las tres cuestiones (aparición de una oligarquía tecnológica, pérdida del albedrío humano y descontrol organizativo) tienen que ver con la toma de decisiones. Son futuros indeseables, pero es positivo reflexionar sobre ellos, ya que las distopías son avisos a navegantes y es responsabilidad de todos trabajar para evitarlas.