17 oct 2015

Ciudades divididas: El caso de Nicosia, una ciudad y dos capitales en Chipre.

Nicosia, ciudad dividida.
Puede resultar paradójico que en un mundo globalizado, donde las barreras parecen haber desaparecido gracias a las nuevas tecnologías (de la información, de la comunicación o del transporte), al comercio, al deporte  y a otras muchas manifestaciones culturales unificadoras, los conflictos de identidad surjan cada vez con más fuerza. Frente a nociones como convivencia, movilidad, adaptabilidad, internacionalidad, se ven potenciadas otras como separación, raíces, intransigencia o nacionalismo.
Por esto, los conflictos entre comunidades humanas que comparten un mismo espacio, pueden parecer anacrónicos, pero son reales y siguen muy presentes en nuestro tiempo. Las razones suelen ser complejas pero entre sus ingredientes hay cuestiones étnicas, religiosas, intereses económicos o también cuestiones geopolíticas, principalmente.
Territorios y ciudades se ven divididos por la imposibilidad de convivencia entre los grupos humanos que los habitan. Nos interesan las ciudades divididas, urbes que ven distribuida y segregada su superficie entre las comunidades irreconciliables en disputa. No son pocas las ciudades que han padecido o siguen padeciendo estas circunstancias. Baste pensar en Jerusalén, Beirut, Belfast, Mostar, Vukovar o Berlín, entre otras.
Vamos a aproximarnos a una de estas ciudades divididas: Nicosia, la capital (doble) de Chipre, en la que, a pesar de la relativa relajación de las tensiones entre grecochipriotas y turcochipriotas, la línea fronteriza que la parte en dos sigue vigente.