Broadway
es un icono urbano mayúsculo. Su
evocación nos traslada directamente a la isla de Manhattan. Pero, además, la
palabra adquiere dimensiones míticas porque
esa gran avenida es el símbolo del teatro neoyorquino (y especialmente de los musicales), aunque Broadway es mucho más.
Su testimonio sobre la memoria histórica de la
ciudad (por ser el eje principal de la ciudad antigua o por seguir el camino
indio que recorría la isla en toda su longitud); su “creadora” anomalía urbana en la trama ordenada de
Manhattan; o, el hecho de ser una de las calles más largas del mundo, le
proporcionan valores suplementarios que confirman su reconocimiento
internacional.
Nos interesa particularmente su irregular trazado
que, al enfrentarse al ensanche ortogonal de Manhattan, provoca situaciones
urbanas excepcionales, generando algunos de los espacios más reconocidos de
Nueva York. De esta forma, Broadway
hilvana muchos de los lugares públicos más emblemáticos de la Gran Manzana,
como Union Square, Madison Square, Times Square, o Columbus Circle.