“Pueblo Bonito”, en el norteamericano Cañón del Chaco,
es un ejemplo de antiguo asentamiento “sin calles”.
|
La ciudad es
la materialización física de la organización de las sociedades humanas y ha ido
reflejando la complejidad creciente de las comunidades que la habitan. De la
sencillez de los primeros asentamientos se iría evolucionando hasta los
complicados conjuntos actuales de difícil definición (metrópolis, conurbanización,
megalópolis, metápolis, etc.).
La transición
desde las comunidades tribales hacia las sociedades complejas fue una evolución
paulatina; pero, en términos espaciales (y estructurales), hubo un paso simbólico muy significativo: la
aparición de la calle. A pesar de manifestarse con trazados muy diversos,
tamaños dispares o ambientes muy diferentes, la calle y las regulaciones que la
caracterizan son la expresión del pacto social que fundamenta nuestras
ciudades.
Vamos a apuntar
tres ejemplos de asentamientos antiguos que albergaban comunidades tribales en
los que las calles no fueron necesarias. Son, en cierto modo, “ciudades sin calles”: Catal
Huyuk, en la actual Turquía; las espectaculares construcciones de los
indígenas en Nuevo México, Estados Unidos, destacando Taos Pueblo; y los kraal
del África austral.