El trazado propuesto por los commissioners en 1811 buscaba la mejor adaptación de la retícula a la forma longitudinal de Manhattan. Siguiendo la orientación más eficaz, la Primera Avenida se ubicó, junto a la ribera del East River, de tal modo que ofreciera un recorrido continuo a lo largo de toda la isla.
Pero en la zona sur oriental de la misma, entre esta Primera Avenida, el rio y la ciudad antigua, quedaba un amplio espacio en el que encajaban varias avenidas. El problema era que, al situarse al este de la Primera, no podían recibir una denominación numérica. El pragmatismo norteamericano solventó con rapidez el problema: recibirían una denominación alfabética. Así pues, se comenzó por la “Avenida A” a continuación de la Primera, para seguir con la B, C y D hasta llegar al East River. Pronto recibió el apelativo de Alphabetic City.