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20 feb 2016

Panorama del urbanismo europeo en la década de 1950 (la transición del pesimismo de posguerra a la esperanza por un mundo mejor).

Vällingby es una de las nuevas ciudades escandinavas construidas en la década de 1950.
En 1945 finalizó la Segunda Guerra Mundial dejando profundas cicatrices en las ciudades europeas. En un continente dividido políticamente, la penosa situación posbélica (caracterizada por la devastación y por la falta de recursos para abordar la recuperación) se vio agravada por una intensa migración del campo a la ciudad que provocó una necesidad de crecimiento urbano (y de construcción de viviendas) de una escala desconocida hasta entonces.
En ese difícil contexto, el recuerdo del horror de la guerra espoleó la reflexión acerca de un mundo nuevo, que debía emerger sobre los escombros del anterior. La década de 1950 asumiría esa tarea, produciéndose una transición desde el más absoluto de los pesimismos hacia el nacimiento de una nueva esperanza, asentada en teorías y nuevos modelos urbanos (tanto para la reconstrucción como para el crecimiento). Los logros del periodo fueron de gran interés, pero, acabarían topando con un agresivo mercado inmobiliario que conduciría al desencanto del desarrollismo. Por esta razón, durante la siguiente década, el urbanismo asistiría a una revisión en profundidad.
Abordamos la década de 1950 de una forma panorámica y, por lo tanto, genérica y selectiva, haciendo referencia a alguno de los casos más paradigmáticos.

13 feb 2016

El modelo original de la ciudad-jardín (Garden City).

Letchworth Garden City fue la primera ciudad-jardín.
El siglo XIX fue prolífico en la proposición de modelos alternativos a la denostada ciudad industrial y posliberal. El último de ellos, nacido con el cambio de centuria, protagonizaría la siguiente.
Ebenezer Howard presentó su idea de la ciudad-jardín en 1898. En ella recogía parte de la tradición residencial inglesa para fundamentar sobre la misma un modelo urbano y territorial para el futuro de las ciudades, aunque su objetivo principal era la reforma de la sociedad. Howard, que no era arquitecto, reivindicó una nueva organización social, planteó diagramas y distribuciones, propuso fórmulas de gestión y financiación, y definió una estrategia de implantación; pero, no se limitó a establecer sus bases teóricas, él era un hombre de acción y se puso en marcha para hacer realidad su sueño. Para ello contó con la trascendental colaboración inicial de Raymond Unwin y Barry Parker, quienes materializarían la utopía: en 1904 se inició, en el norte de Londres, Letchworth, la primera ciudad-jardín.
La difusión internacional y el éxito de la idea fueron formidables. Y, a pesar de que se fueron produciendo hibridaciones con otras visiones e interpretaciones que desvirtuaron el original, la ciudad-jardín se convertiría en uno de los modelos urbanos esenciales en la ciudad del siglo XX.