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14 jul 2018

Ciudades-capitales muertas poco después de nacer: sueños urbanos frustrados en Akhetatón, Medina Azahara y Fatehpur Sikri.


Medina Azahara es una de esas ciudades que nacieron para ser capital de un estado y no lograron alcanzar su “mayoría de edad”.
Las ciudades nacen con voluntad de permanencia, pero no todas no logran superar circunstancias traumáticas y, tras sufrir cataclismos, destrucciones bélicas, o quiebras diversas, son abandonadas. Sin su “contenido”, es decir, sin los seres humanos que les dan la vida, las ciudades mueren.
Entre las ciudades muertas, hay un grupo muy particular porque desaparecieron poco después de nacer. Son ciudades que no llegaron a la “mayoría de edad” y, entre estas, son especialmente interesantes las nacidas para ser capital de un estado y que no lograron sobrevivir tras perder prematuramente ese rango distintivo.
Vamos a aproximarnos a tres de estas ciudades que significaron el desvanecimiento del sueño urbano de sus fundadores. Son, Akhetatón (o Amarna) la breve y circunstancial capital del Imperio Nuevo de Egipto erigida por el faraón Akhenatón; Medina Azahara, la efímera capital del Califato de Córdoba fundada por Abderramán III, el primer califa; y Fatehpur Sikri, la fugaz capital del Imperio Mogol de la India, que fue la ilusión frustrada del emperador Akbar.

7 jul 2018

Bombay (Mumbai) y Calcuta (Kolkata): similitudes y diferencias entre dos ciudades excesivas.


Bombay y Calcuta comparten el pasado imperial británico y la dramática situación de los slums actuales. (arriba a la izquierda la Gateway of India de Bombay; arriba a la derecha, el Victoria Memorial de Calcuta; y debajo, slums en Bombay)
Bombay y Calcuta son dos ciudades excesivas desde muchos puntos de vista. Situadas en cabeza de las más pobladas de la India, se encuentran sobrepasadas por las circunstancias, siendo emblemas de la desigualdad social y de la pobreza extrema, de la congestión urbana y la falta de vivienda, con infraestructuras que no funcionan o problemas de contaminación y salubridad. Pero, pese a todo, siguen siendo el destino esperanzado de millones de personas y continúan ejerciendo una atracción magnética en los visitantes que se ven seducidos por su singular exotismo.
Las dos han cambiado de nombre oficial: Bombay es ahora Mumbai y Calcuta, Kolkata, y son capitales de sus respectivos estados (Maharashtra y Bengala Occidental). Además, comparten otras muchas cuestiones, más allá de su problemática realidad, como haber sido gestadas durante del imperialismo británico, su vocación portuaria, o su particular forma de crecimiento contra el agua. Pero también presentan notables diferencias derivadas de sus circunstancias históricas y de la distancia que las separa (algo más de 2.000 kilómetros), que las ubica en entornos paisajísticos, culturales o lingüísticos muy distintos. Su comparación permite acercarnos a la complejidad del subcontinente indio.