La incompleta catedral de Valladolid |
En el diván de Sigmund Freud se recostaban los pacientes para indagar en su inconsciente y descubrir traumas del pasado que les impedían llevar una vida soportable. De esta manera, el conocimiento de sí mismos podría ayudarles a superar una situación complicada y salir adelante.
Las ciudades,
valga la analogía, también manifiestan “problemas” que señalan conflictos
subyacentes. Entre ellos,
se encuentran los proyectos, arquitectónicos o urbanos, que comienzan y no
logran finalizarse, quedando interrumpidos definitivamente. Muchos de ellos
se instalan como una frustración en la conciencia colectiva.
Siguiendo con
el símil, al igual que las personas se ven obligadas a convivir con sus traumas
no superados, la ciudad hace lo mismo, pero esos “proyectus interruptus”
ofrecen información muy interesante sobre la configuración de la identidad
social a lo largo de la historia. Acudimos a diversas ciudades que sufren
situaciones de este tipo: Bolonia, Florencia, Madrid, Málaga, Rabat, Siena, Valencia
y Valladolid.