Nos estamos
aproximando al símbolo del paso en la ciudad histórica con un
artículo en tres partes. En la primera, profundizamos en sus claves conceptuales y formales y, en la segunda, en las Puertas urbanas. En esta tercera y última, nuestra mirada se dirige
hacia los Arcos de Triunfo.
Atendemos así
a otras significaciones de la noción de Puerta, aportadas desde el mundo
del arte (escultura) y de la cultura, que nos permitirán entender algunos
matices de esa peculiar construcción conmemorativa, porque un Arco de triunfo parece una puerta, pero no lo es, porque,
a pesar de tener una configuración similar, su función era muy diferente, dado
que estaban pensados para satisfacer la liturgia del poder.
Los Arcos de triunfo
son una invención romana que proliferaría en tiempos del Imperio.
Durante el periodo medieval serían escasamente utilizados, pero a partir del
Renacimiento volverían con éxito, aunque con ajustes en su simbología. Incluso en
el siglo XX, y también en el XXI, se han erigido estas piezas, algo anacrónicas
respecto a su sentido, pero con una gran eficacia monumental.