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20 sept 2011

De cómo Chicago cambió el sentido de las aguas de su rio.


La situación y sentidos previos de los rios y la reversión tras la construcción de los canales

Chicago y sus ciudadanos representan la perseverancia humana para superar cualquier dificultad.
Por ejemplo, cuando comenzaron a tener complicaciones por la contaminación de sus aguas. Para evitarlo propusieron una solución sorprendente: cambiarían el sentido de la corriente del Chicago River, que dejaría de desembocar en el lago Michigan, y se convertiría en un evacuador de las aguas del lago hacia el sistema del río Mississippi. Con esta actuación se conseguiría mantener la pureza de las aguas del lago (de donde bebían) y se trasladarían las residuales a un sistema con mayor capacidad de depuración.
La idea era sencilla, pero la puesta en práctica no lo sería tanto.


El primer Chicago tuvo graves problemas con las infraestructuras hidráulicas. Hay que recordar que el lugar donde nació la ciudad era  una zona con mucho terreno pantanoso que drenaba al Chicago River. La evacuación de las aguas residuales fue un grave problema desde el principio. Y ya, en su momento, se plantearon soluciones espectaculares como la elevación de los edificios para conseguir pendiente suficiente en la red de alcantarillado.
En esos primeros tiempos las aguas residuales urbanas, se vertían al Lago Michigan, bien directamente o bien de forma indirecta a través del Chicago River, que desembocaba en el lago.
El problema se planteó porque el abastecimiento de agua para la ciudad también provenía del lago, ya que se habían instalado tomas de agua potable a unos tres kilómetros de la costa.
La creciente cantidad de aguas residuales hizo temer el riesgo de contaminación del agua que abastecía la ciudad y la posibilidad de que pudieran provocarse epidemias. Una gran tormenta en 1885 creó una gran alarma social y se decidió afrontar la solución definitiva.
En 1887, comenzaron a realizarse estudios para explorar las soluciones del caso. La idea fue perfilándose: se construiría un sistema de canales que posibilitara la limpieza de las aguas del lago, para lo cual se hacía necesaria la reversión del flujo del Chicago River hacia el sistema del Mississippi.
Se contrató al ingeniero Isham Randolf (1848-1920) para estudiar la viabilidad del planteamiento, que fue confirmada técnicamente. La divisoria de aguas entre la cuenca de los Grandes Lagos y la del rio Mississippi se encontraba a unos 20 kilómetros de la orilla del Michigan. El proyecto diseñaba un canal que, partiendo del brazo sur del Chicago River, discurriría hacia el oeste, cortando los altos de la divisoria hasta llegar al rio Des Plaines, en el que desembocaría. Este río realizaría, ya de forma natural, el traslado de las aguas hasta el río Illinois, y éste haría lo mismo en el Mississippi.
Esquema de la actuación, antes y despues.
Para llevar a cabo la idea, en 1889, el parlamento de Illinois creó una entidad que ejecutaría el canal y, posteriormente, se encargaría de gestionar su uso, el  Chicago Sanitary District (que actualmente sigue funcionando, aunque bajo la denominación adoptada en 1989, el Metropolitan Water Reclamation District of Greater Chicago -MWRDGC-).
Esta institución construyó el Chicago Sanitary and Ship Canal (CSSC) uniendo el ramal sur del Chicago River con el río Des Plaines en Lockport, siendo inaugurado en 1900. Entre 1903 y 1907 el canal fue ampliado hasta llegar a Joliet alcanzando los 45 km,
Su construcción fue la mayor obra de movimiento de tierras realizada hasta entonces (más que en el Canal de Panamá). La nueva infraestructura sustituyó al antiguo Illinois & Michigan Canal.
Para completar el sistema se construyeron dos canales más: el North Shore Channel en 1910, y el Cal-Sag Channel en el año 1922.
El brazo norte del Chicago River, que no había cambiado el sentido de su flujo, seguía recibiendo una buena cantidad de aguas residuales y aunque éstas no se dirigían al lago sino al brazo sur para conectar con el CSSC, era necesario darles “impulso”. Para favorecer ese flujo se construyó, entre 1907 y 1910, el North Shore Channel que arranca desde el Lago Michigan, en Wilmette, para conectarse con el ramal norte de Chicago River. El Cal-Sag Channel (abreviatura de "Calumet-Saganashkee") conectó el sistema fluvial del sur con el CSSC, posibilitando, además de la depuración, el transporte en una zona fuertemente industrializada.
La regulación del sistema completo y las cantidades de agua tomadas del lago se realizan desde el Lockport Powerhouse (las compuertas situadas en el puerto de Chicago), el  O'Brien Lock en el río Calumet, y también por las bombas en el puerto de Wilmette.

4 comentarios:

  1. Agradezco la información y la claridad con la que está expuesta. El verano pasado viajé a Chicago con el propósito de hacer un recorrido por la historia de la arquitectura moderna. Me quedé maravillado de sus espacios públicos, actividades culturales, servicios municipales. Con la claridad y facilidad para desplazarse por la ciudad, de un sitio a otro.
    Chicago es una de esas ciudades inevitables de visitar, al menos.

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  2. Totalmente de acuerdo, Chicago es una ciudad maravillosa. Probablemente uno de los destinos más interesanes que he visitado.

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  3. Me encantó la explicación, siempre tuve la duda de las aguas residuales.

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  4. Es una ciudad maravillosa, mi hija y su esposo viven allí desde 2018 , fui dos veces ya y tengo un nieto de 9 meses chicaguense 🥰

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