Los Jardines del Turia, el gran parque lineal que se
creó en el antiguo cauce del rio Turia a su paso por Valencia.
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La relación de las ciudades con sus ríos
es compleja, y en ella afloran tanto amores como odios. Los ríos han proporcionado múltiples
recursos (agua, transporte, ocio, paisaje, etc.) y por eso, su presencia fue
primordial para seleccionar la ubicación de los asentamientos.
Pero las
fuerzas de la naturaleza también tienen su lado negativo y muchas ciudades han
sufrido las consecuencias de crecidas e inundaciones con resultados
catastróficos. Algunos ríos son especialmente proclives a estas desgracias
debido a su acusada irregularidad, obligando a las ciudades que conviven con
ellos a tomar medidas para contrarrestar sus efectos.
Es habitual
ver muros de contención para encauzar las riadas periódicas, pero en alguna
ocasión se han realizado operaciones más
drásticas, como trasladar el cauce fluvial, alejándolo del casco urbano y
dejando seco el lecho que atravesaba la ciudad.
Este es el
caso de Valencia, la ciudad española
que optó por desviar el recorrido de su río, el Turia, aprovechando el antiguo curso para crear un gran parque mediterráneo
de carácter lineal. Los denominados Jardines del Turia son el nuevo “rio
verde” que acompaña al centro de la ciudad desde que en 1987 se inauguraron
sus primeros tramos (y que contiene, cerca de su “desembocadura”, la
controvertida Ciudad de las Artes y de
las Ciencias)