El poder siempre ha tenido un vehículo de expresión en la arquitectura.
Para comprobarlo vamos a profundizar en tres
formas diferentes de representar el poder en la ciudad: la primera es conceptual
y trata de conseguir el orden; la segunda es física y se concreta en cuestiones de imagen; y la tercera es operativa, mostrándose en la imposición
de procedimientos. En general, estas tres expresiones suelen aparecer mezcladas,
aunque, en algunos casos, una pueda tener más relevancia que el resto.
Para su análisis recurriremos a tres ejemplos de calles trazadas en la
Italia renacentista del siglo XVI porque, durante el Cinquecento, la construcción de esas “strade nuove” permitió al poder establecido expresarse priorizando
alguno de esos rasgos. Las tres calles son la via Toledo de Nápoles; la Strada Nuova (hoy via Giuseppe Garibaldi) de Génova; y la via Maqueda de Palermo.