Dos formas distintas de entender las vanguardias. A la izquierda la Casa Bloc de Barcelona, a la derecha, la Casa de las Flores de Madrid. |
Nueva entrega
sobre los paralelismos y divergencias entre Madrid y Barcelona. Tras la primera,
dedicada a la fundación de ambas ciudades, en esta ocasión se analiza su
diferente actitud respecto a las vanguardias del siglo XX.
El siglo XX
tardó en entrar en nuestras ciudades, ya que sus ideas no se propagaron hasta
la década de 1920. Fue entonces cuando en Madrid y en Barcelona comenzaron a
adoptarse actitudes de vanguardia.
Pero cada
ciudad escogió un referente distinto. Mientras los vanguardistas de Barcelona miraron hacia Francia, los de Madrid lo
hicieron hacia Alemania y Centroeuropa.
Estas
preferencias se expresaron en casos concretos, tanto en el urbanismo como en la
arquitectura de las dos ciudades.
En la escala urbana, en Madrid se concebía el Plan Zuazo,
una reflexión pragmática y fructífera que introducía suavemente las ideas
predominantes en Europa. Por su parte, en Barcelona,
se proponía el Plan Macià, un
ejercicio provocador e iconoclasta que se enfrentaba radicalmente contra todo
lo establecido. No obstante, ninguno de los dos planes fue aprobado
oficialmente.
En la arquitectura, las dos posiciones
quedaron reflejadas en dos edificios que se convertirían en manifiestos de la
posición de cada ciudad. Madrid
levantaría la Casa de Las Flores,
representando la revolución tranquila de una vanguardia “regeneracionista”. Barcelona
construiría, la Casa Bloc, un
ejemplo de racionalismo innovador y rupturista.