|
La ciudad ofrece una gran
diversidad espacial que debe ser conocida, no solo como base para su correcto
diseño sino también para apreciarla convenientemente (calle y soportales en
Bolonia)
|
“Espacio”
es una palabra tan genérica que requiere de adjetivos complementarios para precisar
su significado. Estos epítetos nos dirigen a entornos muy diferentes, como
sucede con los casos de “matemático”, “arquitectónico”, “interestelar”,
“vectorial”, “aéreo”, “informativo”, “natural” o “de n dimensiones”.
La ciudad es, desde luego, una cuestión de
“espacio”, de “espacio físico”, podríamos decir, acotando la palabra. Sobre
este “espacio físico”, del que tenemos un suficiente conocimiento intuitivo, proliferan
términos que suelen interpretarse como sinónimos sin serlo. Aparentemente las
nociones de “espacio urbano”, “espacio libre”, “espacio vacío”, “espacio
público”, etc. se refieren a una misma realidad cuando tienen matices
diferenciales.
En este artículo, proponemos una investigación sobre los distintos tipos de espacio que
encontramos en la ciudad con el
objetivo de descubrir los atributos principales del Espacio Urbano, su espacio por antonomasia. Para ello utilizaremos
unas variables que generan gradientes de “libertad”
(de movimiento) y permiten ordenar las diferentes categorías espaciales
existentes en nuestras urbes. Abordamos el tema en dos partes: en esta primera
planteamos los primeros análisis, dejando para la segunda parte las últimas aproximaciones y las conclusiones.