La mezquita imperial de Selim en Edirne está
considerada la obra maestra de Sinán.
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Nos estamos
aproximando al espacio religioso musulmán, en su versión otomana, en dos
artículos. En la primera parte, nos referimos a cuestiones generales, así como a
las primeras mezquitas y külliyes de
Bursa y Edirne, capitales históricas del imperio.
En esta segunda,
nos acercamos a Estambul, una ciudad que
se transformó de cristiana en musulmana, asistiendo a la creación del modelo
clásico de mezquita imperial otomana
(y de los conjuntos asistenciales y culturales que la acompañaban), sobre todo
con la obra de Mimar Sinán, uno de los grandes arquitectos de la historia.
Coetáneo de Miguel Ángel
o de Palladio, Sinán miró a la fascinante Hagia Sophia (Santa Sofía) como inspiración
y sublimó la cúpula como aspiración. El resultado fue la construcción de
espacios asombrosos como la mezquita de Sehzade
o la de Suleimán, ambas en Estambul,
la mezquita de Selim en Edirne, y
también la Mezquita Azul, obra
de uno de sus discípulos, considerada la última gran
mezquita del periodo clásico otomano.