La Seo de Zaragoza: ábsides románicos y muro mudéjar de
la Parroquieta (imagen de José Antonio Abad)
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Hay ciudades
que, en un momento determinado de su historia, han buscado un cambio de look radical. Las motivaciones
pueden ser diversas, existiendo causas políticas, económicas, religiosas, etc.,
pero, en cualquier caso, estas premeditadas y drásticas variaciones de identidad urbana son muy interesantes. Un
ejemplo es el de las ciudades que han pertenecido a los ámbitos religiosos cristiano
y musulmán y que han experimentado esas dos visiones diferentes del mundo. Muchas
de esas urbes, cuando pasaron de un contexto a otro, iniciaron procesos de
reconversión sustancial, que implicaron actuaciones urbanas trascendentales, tanto
físicas como simbólicas.
En esta
línea, vamos a repasar dos casos que, aunque similares, porque analizan la conversión de una ciudad islámica en una
ciudad cristiana, lo hacen distantes en el tiempo y con circunstancias
diferentes, lo que se traduce en mecanismos de intervención distintos. El
primer caso es español y se produjo en la Edad Media: la “cristianización” de Zaragoza. El segundo ejemplo es Belgrado, la capital serbia, que en el
siglo XIX quiso borrar sus huellas otomanas y aparecer como una ciudad
occidental europea. Abordamos el tema en dos artículos. En este, recalaremos en
Zaragoza y, en el siguiente, lo haremos en Belgrado.