Tapiola nació como una ciudad pensada para sus
habitantes. Imagen del centro urbano.
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Tras
la Segunda Guerra Mundial, Europa se enfrentó a situaciones inéditas en el
campo de la arquitectura y del urbanismo que impulsarían la reflexión para
buscar un mundo nuevo que emergiera de los escombros del anterior.
Uno
de los caminos explorados fue la construcción de núcleos-satélite, más o menos
vinculados a la metrópoli, que partiendo de las ideas de Ciudad-Jardín,
recogían los logros del Funcionalismo. Entre los ejemplos destacan las ciudades-satélite de los países nórdicos, particularmente las propuestas para Estocolmo o la construcción de Tapiola, la nueva ciudad que nació en
el entorno de Helsinki en la década de 1950.
Tapiola
sería una aportación muy singular del pensamiento urbano del norte de Europa
para ese nuevo hábitat que se estaba soñando, y su realización contaría con
algunos de los arquitectos más reconocidos de Finlandia como Alvar Aalto, Aarne
Ervi, Viljo Revell, Pentti Ahola, Kaija y Heikki Siren, Reima Pietilä o Aarno
Ruusuvuori.
Tras
la Segunda Guerra Mundial, Europa se enfrentó a situaciones inéditas en el
campo de la arquitectura y del urbanismo, a las que ya nos aproximamos en un
artículo anterior sobre la década de 1950.
Entonces comentamos como el recuerdo del horror de la contienda espoleó la
reflexión para buscar un mundo nuevo que debía emerger de los escombros del
anterior.
Durante
esos primeros años de la posguerra se produciría una transición desde el más
absoluto de los pesimismos hacia el nacimiento de una nueva esperanza, asentada
en teorías y nuevos modelos urbanos. Uno de los caminos explorados fue la
construcción de núcleos-satélite, más o menos vinculados a la metrópoli, que
partiendo de las ideas de Ciudad-Jardín, recogían los logros del Funcionalismo
y que fueron concretándose, sobre todo, en las New Towns británicas, en las ciudades-satélite de los países nórdicos o en las nuevas ciudades
del otro lado del Telón de Acero (como
fue el Nuevo Belgrado).
Entre
las ciudades-satélite planteadas en los países nórdicos, destacarían las
propuestas para Estocolmo o la construcción de Tapiola, la nueva ciudad que nació en el entorno de Helsinki.
Tapiola
se incorporaría al intenso debate de posguerra. La nueva ciudad se posicionaba
con rotundidad respecto a muchos de los argumentos que se discutían entonces.
Por ejemplo, en cuanto a la crítica que se estaba realizando contra la
ortodoxia de los CIAM, reclamando la “humanización” del racionalismo; o sobre
la búsqueda de una nueva relación entre arquitectura y naturaleza; o acerca de
las fronteras entre lo privado y lo público, entre la privacidad y la
comunidad, o entre la estandarización y la individualidad. Con todo, Tapiola
sería una aportación muy singular del pensamiento urbano del norte de Europa
para esa nueva ciudad que se estaba soñando.
Apunte sobre
Finlandia y Helsinki.
Finlandia
es un país peculiar. Lo es por su singularidad
geográfica: situado en la Europa septentrional, es un extenso conjunto de
bosques, que ocupan más del 75% de su territorio, y de lagos, ya que el 9,5% es
agua. Estos datos, en un país relativamente grande (340.000 km2) pero poco
poblado (unos 5,5, millones de habitantes, de los que 1,5 residen en el Área
Metropolitana de Helsinki), revelan que la
naturaleza forma parte esencial de su cultura. Otro rasgo de la
idiosincrasia finlandesa es su errática
historia, ya que estuvo sometido a suecos y rusos durante siglos, de manera
que Finlandia no se constituiría como país independiente hasta el siglo XX.
Esta subordinación ante sus poderosos vecinos no solo no conllevó su
desaparición como pueblo, sino que iría potenciando su carácter frente al de
los invasores. En la afirmación identitaria tendría un papel muy importante la existencia
de un idioma propio, el finés, que
desvinculado de las raíces indoeuropeas presenta un origen incierto. Con todo,
Finlandia manifiesta una identidad
nítida, que se manifiesta de forma muy especial en su hábitat, y
concretamente en su arquitectura y en sus ciudades e incluso en el diseño de
pequeños objetos donde se evidencia una imbricación muy profunda con la
naturaleza.
[El término “finlandés” suele utilizarse para
designar a todos los ciudadanos de Finlandia (incluso a los de habla sueca que
son en torno al 6% de la población); mientras que la palabra “finés” se aplica a los que hablan la
lengua finesa, y, en consecuencia, puede asignarse a ciertas comunidades que
usan dicho idioma en Estonia o Rusia]
Golfo de Finlandia y ubicación de Helsinki.
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Hasta
el año 1150 no puede hablarse propiamente de historia ya que ese territorio
estaba poblado por tribus dispersas de las que no se tienen demasiados datos y,
además, estos resultan muy fragmentarios. Pero en esa fecha los suecos
iniciaron una “cruzada” para cristianizar el suroeste finlandés, dando inicio
al periodo conocido por la historia como “Finlandia sueca”. Los católicos
suecos lograrían controlar esa región gracias a la fundación de varias
ciudades, principalmente Åbo (la actual Turku, en finlandés)
que actuaría como “capital” de los territorios conquistados. No obstante, el
tipo de colonización sueca fue respetuosa con los nativos, de hecho,
promovieron a los propios fineses para los altos cargos, miembros de la nobleza
o a los obispos (una forma de conquista muy diferente a la que, por las mismas
fechas ejerció la Orden Teutónica en la vecina región báltica, donde la
población autóctona se convirtió en vasalla de la élite germana dominante).
En
la misma época, también los rusos decidieron controlar el sureste finlandés con
la misma excusa cristianizadora, aunque en este caso la iniciativa era de la
iglesia ortodoxa. Partiendo de Novgorod se hicieron con el control de Carelia y
especialmente del denominado Istmo de Carelia, un lugar en el que pronto
surgirían fricciones entre suecos y rusos. Estos últimos fundarían la ciudad de
Olonets (que sería sede del obispado
ortodoxo) y, en el istmo, en 1293, Viborg,
la antigua Viipuri en finés.
La
organización administrativa del conjunto de su territorio llevó a los suecos a
constituir el Ducado de Finlandia en
1353, que sería elevado al rango de Gran
Ducado en 1581 (aunque ambos títulos eran posesión del rey de Suecia).
En
aquel tiempo, el monarca deseaba potenciar la presencia sueca en el Golfo de
Finlandia, que era un gran espacio comercial que se encontraba dominado por Reval,
una próspera ciudad hanseática situada en la orilla
meridional del Golfo (Reval es el
nombre antiguo de la actual Tallin,
la capital de Estonia). Pero Åbo era
una ciudad de exterior al Golfo y, en consecuencia, se fundaría en 1550, en el centro de su costa septentrional, la
ciudad de Helsingfors, que es la denominación sueca de Helsinki. El litoral norte del
Golfo tiene un perfil muy disgregado, con numerosas islas pequeñas, penínsulas
y bahías. Precisamente, en una de las penínsulas centrales (Vironniemi), se asentaría aquella
Helsinki inicial, aunque no pasaría de ser una modesta ciudad comercial frente
a la categoría de Åbo, que albergaba
el poder político, religioso e incluso había sido dotada con una universidad.
Durante
el siglo XVIII los conflictos entre suecos y rusos se incrementaron y el
territorio finés sería su campo de batalla, siendo prácticamente devastado por
las diferentes contiendas fronterizas entre los poderosos rivales. Hay que
tener en cuenta que los rusos habían renovado su interés por esa región y por el
Golfo, como demuestra la fundación en el final del mismo, junto al Istmo de
Carelia, de San Petersburgo. Esta
ciudad fue comenzada en 1703 y se convirtió en la capital rusa (desplazando a
Moscú) en 1712. En cualquier caso, la historia reservaba un futuro muy
diferente para ambos contendientes, porque mientras el gran Imperio Ruso
consolidaría su crecimiento e influencia, Suecia iniciaría su repliegue. Este
hecho se evidenciaría cuando, en 1809, los rusos invadieron los territorios
fineses y los anexionaron a su imperio. Entonces arrancaría el periodo
denominado por los historiadores “Finlandia rusa” (el zar Alejandro I
se apropiaría del título de Gran Duque de Finlandia),
Helsinki en 1837 ya convertida en capital del Gran
Ducado de Finlandia.
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Una
de las aspiraciones del zar era borrar cuanto antes la influencia sueca en
aquella región y, entonces llegó la oportunidad para Helsinki, porque una de
las primeras decisiones fue cambiar la ciudad principal de la región. Así, Åbo-Turku,
que había ejercido el liderazgo de la zona durante el dominio sueco, fue
desposeída de esa distinción y vería como le era otorgada a Helsinki. Con el
rango adquirido, la nueva capital del Ducado prosperaría y crecería con rapidez, comenzando a colonizar los terrenos del entorno
de la península original, y recibiendo las instituciones que requería su
condición para convertirse en una auténtica capital (por supuesto
políticas, pero también, por ejemplo, la universidad, que sería trasladada
desde Turku). Esa emergente Helsinki se construiría principalmente con el
estilo neoclásico que marcaba la cercana y esplendorosa San Petersburgo (que se
mantendría como capital del Imperio Ruso hasta 1918). Además, se potenciaría el
idioma finés frente al sueco, hasta entonces oficial. Estos gestos, sumados a
la relativa autonomía de gobierno que gozaría el Gran Ducado, conseguirían
desvanecer la influencia cultural sueca, pero despertarían la conciencia
nacional que acabaría chocando con el autoritarismo del régimen zarista (que en
respuesta a las reivindicaciones impondría el ruso como idioma de la
administración o suprimiría el ejército finlandés en 1899). Las turbulencias
políticas (aumentadas por la Revolución rusa de 1905) llevarían al
enfrentamiento interno entre los partidarios de los bolcheviques unionistas y
los defensores de la independencia. Finalmente, en 1917 se proclamó la
independencia de la República de Finlandia (este año se celebra su primer
centenario).
Arriba Helsinki en 1902 y debajo en 1932. El
crecimiento obliga a ir colonizando el entorno de la península original.
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Tras
la Segunda Guerra Mundial, Finlandia pudo consolidarse, pero los soviéticos
actuaron con bastante contundencia en la región fronteriza entre ambos estados (particularmente
en el istmo de Carelia que había quedado integrado en la URSS y estaba poblado mayoritariamente
por fineses). La medida más importante fue la expulsión de esa región de todos
los finlandeses, que serían sustituidos por población rusa. El éxodo de más de
cuatrocientos mil finlandeses, que se refugiaron en Finlandia, sumado al
déficit residencial provocado por las destrucciones de la contienda, generaría un
alarmante problema de carencia de viviendas. El país en general y Helsinki en
particular (dado que fue el principal destino de la inmigración) tuvieron que
acometer un programa de construcción urgente de viviendas para acoger a los
nuevos habitantes. La ciudad duplicaría su población, pasando de tener 275.000
habitantes en 1944 a 525.600 en 1969. Tapiola
sería una de las soluciones propuestas.
La bahía que separa Helsinki (a la derecha) de Tapiola
(a la izquierda) en un plano actual. Debajo ubicación de Tapiola en la orilla
oriental de la bahía, junto a Otaniemi.
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Tapiola: el “bosque
habitado”.
Tapiola es el “hogar de Tapio”, el dios de los
bosques, uno de los protagonistas del Kalevala,
la epopeya finlandesa que recopilaría en 1835 el poeta Elias Lönnrot a partir
de los cantos populares y que se convertiría en uno de los pilares de la
identidad del país. Así, bautizar a la nueva ciudad como Tapiola era toda una
declaración de intenciones acerca de la relación entre el hábitat humano y la
naturaleza, apostando por el “bosque habitado” como ideal para esa Arcadia
feliz que buscaban los teóricos de la posguerra.
El
lugar elegido se encontraba junto a la orilla occidental de la bahía Laajalahti, uno de los brazos de mar que
se abren al Golfo de Finlandia, que cuenta con diversas islas en su interior y
cuya ribera oriental forma parte de la península sobre la que se asentó
inicialmente Helsinki. Ese heterogéneo conjunto de tierra y agua separa Tapiola
de Helsinki. Hay que tener en cuenta que Tapiola no forma parte administrativamente
de la capital (aunque se preveía que inicialmente fuera así y de hecho muchas
de las infraestructuras de la nueva ciudad se construyeron siguiendo los
estándares establecidos por Helsinki). Tapiola es un distrito de Espoo, una ciudad situada al oeste de la
capital finlandesa y que forma conurbación con ella (integrada en el Área
Metropolitana de Helsinki junto a la capital, Vantaa y Kauniainen).
La
iniciativa de Tapiola fue de la Asuntosäätiö
(Fundación de viviendas) una compañía sin ánimo de lucro creada en 1951 por
la Federación Finlandesa de la Familia, varios sindicatos y alguna institución
de beneficencia. Así pues, Tapiola fue promovida por una organización privada,
aunque sus objetivos no fueran económicos, y careció del apoyo gubernamental habitual
en las iniciativas públicas. Esta es una de las grandes diferencias entre
Tapiola y las New Towns británicas o
las nuevas ciudades suecas contemporáneas suyas. La Asuntosäätiö estuvo dirigida durante muchos años por Heikki von Hertzen (1913-1985), un
personaje visionario que había impulsado la creación de esa compañía y era un
ferviente defensor del modelo de Ciudad-Jardín. En 1946 había publicado un
libro con el título “Koti vaiko kasarmi
lapsillemme” (Hogares o barracones para nuestros hijos) en el que definía
su pensamiento social y urbano y que sería la base conceptual para Tapiola. La
nueva ciudad fue su primera realización y debía ser una utopía hecha realidad,
el mejor lugar para vivir y contando con la mejor arquitectura (von Hertzen
llamaría a los arquitectos más destacados del momento, algunos de los cuales
eran jóvenes que comenzaban a despuntar). Tras Tapiola, Asuntosäätiö seguiría promoviendo nuevos desarrollos como Jyväskylä y Rovaniemi.
Heikki von Hertzen publicaría su pensamiento urbano y
social en un libro titulado “Koti vaiko kasarmi lapsillemme” (Hogares o
barracones para nuestros hijos)
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El
modelo de Ciudad-Jardín no era nuevo en la
capital finlandesa. Ya en 1918, Eliel Saarinen había presentado su Plan para el
Gran Helsinki incluyendo varias unidades que seguían esa inspiración inglesa
(aunque no se realizarían) y, en la década de 1920 se desarrollaría Puu-Käpylä, el primer distrito de la
capital que fue diseñado según esos criterios. Von Hertzen contrataría al
arquitecto Otto-Iivari Meurman (1890-1994),
otro convencido de la Ciudad-Jardín, quien realizaría la primera planificación
de Hagalund Manor, que era el nombre
de los terrenos que serían rebautizados como Tapiola (Meurman sería el primer
catedrático de Urbanismo en Finlandia).
Propuesta original para Tapiola, desarrollada por
Meurman.
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El
planteamiento inicial preveía el desarrollo de tres áreas (este, oeste y
norte). Cada una de ellas dispondría de sus servicios propios (particularmente
escuela y un pequeño centro) pero las tres convergerían en un centro mayor con
servicios comerciales, culturales, institucionales y también con una iglesia.
Vista de Tapiola en sus primeros años.
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Para
Meurman, la preservación de la naturaleza era uno de los objetivos principales
de la actuación y por ello reservó un 50% de los terrenos para parques,
jardines y espacios boscosos. Destacados paisajistas finlandeses intervendrían
en la definición de esas zonas verdes (como Nils Orento, Jussi Jännes o
Carl-Johan Gottberg) y de esa colaboración surgirían parques como Leimuniitty o Sikkiniiity, piezas importantes en la identidad de Tapiola.
Sobre
esa base “natural” irían emergiendo las propuestas arquitectónicas que debían
proponer una gran variedad tipológica con el objetivo de alojar a todas las
clases sociales y a personas de todas las edades. Los arquitectos que irían
diseñando los diferentes edificios buscaron, además, que estos se convirtieran
en referencias dentro de un entorno mayoritariamente verde. De hecho, los
edificios multifamiliares fueron ubicados en las crestas topográficas mientras
que las viviendas unifamiliares y los bloques de baja altura lo hacían en las
laderas y las partes inferiores. Entre los arquitectos que diseñarían piezas
para Tapiola estuvieron Alvar Aalto (1898-1976), Aarne Ervi (1910-1977), Viljo
Revell (1910-1964), Pentti Ahola (1919-1972), Kaija Siren (1920-2001) y Heikki
Siren (1918-2013), Reima Pietilä (1923-1993) o Aarno Ruusuvuori (1925-1992).
Planta e imagen de los apartamentos construidos en
Tapiola por Alvar Aalto entre 1961 y 1967.
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Propuesta de urbanización con casas patio para Tapiola
de Pentti Ahola.
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Propuesta para la zona de Suvikumpu de Reima Pietilä.
Los bloques de alturas diferentes serpentean por el bosque.
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Tapiola,
como hemos dicho, no contaría con el apoyo público y las complicaciones de
transporte desde la capital dificultarían su arranque, pero la decisión tomada
en 1949 de trasladar la Universidad Tecnológica de Finlandia (Teknillinen korkeakoulu, TKK) hacia
Otaniemi (junto a Tapiola) serviría de catalizador para el desarrollo de la
nueva ciudad (la primera actividad universitaria se trasladaría en 1955 al
nuevo campus diseñado por Alvar Aalto, quien además proyectaría el edificio
principal y el pabellón deportivo).
Pero
no solamente la planificación de la nueva ciudad mostraría esa utopía urbana
desde el punto de vista finlandés, también la arquitectura expondría el ideario
racionalista vigente en aquellos años. No obstante, la larga duración de los
procesos urbanos hizo que acabara manifestándose la evolución de las ideas
urbanísticas durante su construcción.
De
los tres distritos iniciales de Tapiola, el primero en construirse fue el sector oriental, iniciado en 1953 y que
originalmente comprendía Itäkartano y
Otsolahti. Es el que refleja con mayor
pureza las ideas iniciales. A finales de ese mismo año llegaron sus primeros
habitantes.
La
planificación del sector occidental
comenzó en 1955, encargándose la labor a un equipo de diversos arquitectos que
desarrollarían cada uno una zona. El resultado sería un sector algo más denso
que el oriental y que estaría provisto de su propio centro, así como de
espacios para el trabajo. Unas de las construcciones más conocidas de este
sector serían las cuatro torres Tornitaso,
diseñadas por Viljo Revellin, que emergen en la cumbre de la colina más alta de
todo el entorno de Tapiola.
El
sector norte, que comprende Aarnivalkea, Pohjankulma y Keijuniitty,
se desarrollaría durante la década de 1960. Aarnivalkea
se desarrollaría según los criterios originales pero los otros dos serían
objeto de un concurso en 1958, que sería ganado por Pentti Ahola. La filosofía
de estos sería bastante diferente a la inicial. La planificación fue más
sistemática y el contraste entre lo construido y el espacio libre era más nítido.
Las edificaciones se agruparon formando conjuntos más densos y el viario siguió
una retícula. No obstante, se mantendrían cuestiones clave, como la baja altura
de los edificios, su diversidad tipológica (en torres y bloques) y una fuerte
presencia de zonas verdes y de recreo, así como muchos paseos peatonales o para
bicicletas.
Tapiola en sus inicios, en primer plano la Torre de Aarne
Ervi identificando el centro y al fondo las cuatro torres Tornitaso de Viljo
Revellin.
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Centro de Tapiola en la actualidad con la emblemática
Torre de Aarne Ervi y el Centro Cultural Espoo de Arto Sipinen.
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El centro de Tapiola es el producto de dos
momentos diferentes y por lo tanto de dos filosofías distintas. La parte más
antigua, la septentrional, se basó en la planificación establecida por Aarne
Ervi, quien ganó el concurso con ese fin celebrado en 1954. El plan preveía una
gran lámina de agua (aprovechando una antigua cantera preexistente) alrededor
de la cual se ubicarían los principales edificios: el Centro de Negocios, la
Torre Central, la Iglesia o la piscina que irían surgiendo a lo largo de los
años, incluyendo el relativamente reciente Centro
Cultural Espoo diseñado en 1989 por Arto Sipinen en el lugar reservado
inicialmente para un teatro. En las proximidades se construiría el Edificio WeeGee
(Aarno Ruusuvuori, 1964-1967) que acoge varios museos como el nuevo Museo de
Arte Moderno de Espoo (EMMA, Espoon
modernin taiteen museo), abierto en 2006. La parte meridional del diseño de
Aarne Ervi cambiaría notablemente ya que fue construida principalmente en las
décadas de 1970 y 1980 con edificios más altos. Este barrio sur, que no estaba
en los planteamientos iniciales completaría Tapiola.
Plano actual de Tapiola y Otaniemi.
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Gracias por el artículo, hacer los énfasis en un desarrollo sustentable a través de la historia del desarrollo urbano de Tapiola...
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