21 jun 2014

Los rascacielos estalinistas de Moscú: Las “siete hermanas” y el fallido Palacio de los Soviets.

Los siete rascacielos estalinistas de Moscú.
A principios de la década de 1930, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) sufrió una involución, que fue política (la democracia fundacional dio paso a la dictadura estalinista) y también cultural y artística.
La incipiente vanguardia rusa, que había soñado con crear un nuevo mundo, fue abortada dando paso a un eclecticismo reaccionario que retornaba a los anacronismos del final del siglo XIX. En 1931, el concurso para el Palacio de los Soviets de Moscú marcó el punto de inflexión, ya que su polémico resultado, premió el monumentalismo historicista y desdeñó las propuestas más avanzadas. La Segunda Guerra Mundial paralizó su proceso de construcción, pero una vez finalizada la contienda, Stalin ansiaba mostrar el poderío del régimen comunista. Por eso, en 1947, puso en marcha la edificación de ocho rascacielos que celebrarían el octavo centenario de Moscú.
El Palacio no llegaría a construirse nunca pero sí lo hicieron sus siete hermanas (la octava no llegó a nacer). Entre 1953 y 1955, en plena Guerra Fría, los rascacielos estalinistas de Moscú fueron surgiendo y lo hicieron con diferencias radicales respecto a sus competidores occidentales, principalmente porque su razón de ser no fue económica, sino simbólica. Durante décadas, estos edificios, de imagen tan característica, serían los más altos de Europa.

7 jun 2014

Claves esenciales del jardín paisajista inglés.

Stourhead Gardens. Mere, Wiltshire (Inglaterra)
Toda Inglaterra es un gran paisaje. Las suaves ondulaciones de su relieve, cubiertas de césped y complementadas con un exuberante arbolado, han acompañado a sus habitantes desde siempre, generando una larga tradición de amor hacia la jardinería y la horticultura.
En ese ambiente propicio, nacieron, a mediados del siglo XVIII, las ideas que modificarían radicalmente la relación entre el ser humano y la naturaleza. Surgirá entonces una nueva sensibilidad hacia el paisaje, en la que el individuo y el entorno se relacionarán de una manera mucho más libre. El jardín inglés supuso una propuesta alternativa e innovadora para la creación de paisajes, que se alejaba de las imposiciones geométricas que procedían, sobre todo, del jardín clásico francés, y de la densidad culturalista y simbólica de los jardines italianos. La jardinería inglesa reivindicará el valor del paisaje por sí mismo, caracterizado por la libertad dispositiva de la naturaleza (aunque era más aparente que real) y por la primacía de las percepciones humanas individuales.
Desde las islas, convertidas entonces en primera potencia mundial, se exportó esa original  concepción al resto del mundo, convirtiendo al jardín paisajista inglés en la nueva referencia para la composición de paisajes.