El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín y se inició
el desmantelamiento de los regímenes comunistas. El 9 de agosto de 1995, el
navegador de Internet, Netscape,
comenzó a cotizar en bolsa. En esos seis años, la evolución política y
tecnológica, se dieron la mano para inaugurar una nueva época.
Son dos fechas simbólicas y por lo tanto discutibles, pero
delimitan un periodo muy breve en el que mundo cambió de rumbo de forma
radical. Los rasgos del nuevo contexto iniciado entonces son diversos, pero uno
de los más significativos es la globalización, un fenómeno inédito en la
cultura humana que está determinando nuestra existencia (como se deduce del
análisis de las causas de la crisis económica actual). La constatación de la globalización es principalmente
económica, aunque se comienzan a advertir movimientos hacia la mundialización
de otros ámbitos. En esta línea, surge la noción de Ciudad Global, concepto
definido por Saskia Sassen (recientemente galardonada con el premio Príncipe de
Asturias de Ciencias Sociales 2013).
Aproximarnos al fenómeno de la globalización nos ofrece algunas claves fundamentales para entender el mundo que vivimos y, sobre todo,
el que parece adivinarse para el futuro próximo.