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La interacción
entre ciudad y deporte es cada día más intensa. En la imagen, el espacio
Supersilken diseñado por BIG en Copenhague.
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“Más rápido, más alto, más fuerte”, el conocido lema deportivo puede
ser completado con un cuarto reto: “más
urbano”, porque la interacción entre deporte y ciudad es cada vez más intensa.
En la ciudad nació el deporte como tal y la conexión entre la actividad
y su espacio sería trascendental para ambos. De hecho, desde mediados del siglo
XIX no puede entenderse el desarrollo urbano sin la contribución del deporte. Y,
en la actualidad, consolidado como un fenómeno de masas, el deporte se está
convirtiendo en un estilo de vida, transformando
nuestras urbes con nociones tan significativas como la de “Ciudad Activa”.
Estamos
explorando el concepto de deporte y su repercusión en la ciudad en un artículo
dividido en tres partes. En la primera justificamos su modernidad y en la segunda
parte profundizamos en “lo físico” y “lo lúdico” como ingredientes principales
del mismo. En esta tercera y
última parte, nos centraremos en el cambio
de mentalidad social que hizo posible esa evolución, así como en una serie de
“catalizadores” que aceleraron y dirigieron su gestación.