26 dic 2015

La solución nórdica: Nuevas ciudades en el Estocolmo de 1950 y 1960.

Imagen aérea del centro de Vällingby en los años cincuenta.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción y la afluencia masiva de inmigración a las ciudades originaron nuevos problemas urbanos. Varios países asumieron el papel de “nación-guía” en la investigación urbanística moderna en Europa encaminada a ofrecer soluciones. Inglaterra, sobresaldría por su propuesta de crecimiento basado en nuevas ciudades autónomas, puesto en práctica con las new towns británicas. Por otra parte, Holanda sería protagonista gracias a su enfoque de las obras de reconstrucción de los centros históricos, con muestras tan influyentes como la experiencia de Rotterdam. Pero, sobre todo, destacarían los países nórdicos, cuya “solución” para la extensión urbana revisaría las bases de la Ciudad Funcional a través de una relación particular con el territorio y una vinculación muy directa con el transporte público.
Entre las propuestas que llegaron del norte europeo destacarían las ciudades-satélite construidas alrededor de Estocolmo durante las décadas de 1950 y 1960. Estas nuevas ciudades (denominadas ABC-stad, acrónimo de “Arbete, Bostad, Centrum”, es decir “Trabajo, Vivienda, Centro”) fueron concebidas en el marco del Plan General Urbano de Estocolmo de 1952, bajo la dirección de Sven Markelius, uno de los arquitectos más relevantes del funcionalismo.

19 dic 2015

Lecciones de Arquitectura Urbana en el Plan Sur de Amsterdam de H.P. Berlage (Plan Zuid).

Imagen aérea del Plan Sur (Plan Zuid) de Amsterdam.
La relación entre Arquitectura y Urbanismo y, sobre todo, el establecimiento de prioridades o equilibrios entre ambos siempre ha generado intensas controversias. Esta polémica sobre las primacías alcanzó uno de sus puntos álgidos, cuando el Racionalismo del siglo XX abogó por la autonomía radical de la arquitectura respecto de cualquier consideración urbanística previa. La noción de Arquitectura Urbana nació con el objetivo de superar la dicotomía entre independencia y subordinación, ofreciendo una alternativa a la tensión entre lo individual y lo colectivo, entre las escalas de la vivienda y de la ciudad, intentando potenciar el valor del conjunto sin anular la identidad de las partes.
Un magnífico ejemplo se produjo en Amsterdam, cuando se desarrolló el Plan Sur (Plan Zuid), propuesto por H.P. Berlage y aprobado en 1917. Este Plan se encuentra entre los más decisivos para la conformación de la ciudad moderna, sentando las bases de una nueva concepción de la manzana urbana. También la aportación de los arquitectos de la Escuela de Amsterdam sería trascendental para la definición del modelo.

5 dic 2015

La recuperación del río perdido de Seúl (renovación urbana del Cheong Gye Cheon en el downtown)

La gran renovación urbana del eje del Cheong Gye Cheon: de autopista a río.
Tras concluir la Segunda Guerra Mundial, la península coreana quedó dividida en dos mitades que se enfrascaron en una guerra entre 1950 y 1953 (la Guerra de Corea). A partir del final de la contienda, Seúl, la capital de Corea del Sur, experimentó un crecimiento explosivo que la llevó desde los 700.000 habitantes hasta los actuales 25 millones que residen dentro del área metropolitana (es la sexta más poblada del mundo en 2015). Esto tuvo una repercusión trascendental en el territorio y también en la ciudad histórica.
El pequeño rio Cheong Gye Cheon era el eje de la Seúl antigua. La presión sobre el cauce derivada de la avalancha de población fue enorme, convirtiéndolo en una alcantarilla al aire libre. El temor a que se originaran epidemias y las acuciantes necesidades de espacio para el tráfico llevaron a la cubrición del cauce y a la posterior instalación de una autopista de dos niveles sobre el mismo. La desaparición del río se convirtió en un símbolo del desarrollo económico y de la “modernidad” que estaba adquiriendo Corea del Sur durante la segunda mitad del siglo XX.
Pero con el cambio de milenio, la ciudad modificó su estrategia, otorgando protagonismo a nuevos valores por encima de los económicos. Así la ecología, la sostenibilidad o el uso ciudadano se convirtieron en directrices para una ambiciosa operación que pretendía recuperar el río y recualificar el downtown de Seúl. En 2005, el rio sería redescubierto y un nuevo parque lineal acompañó su recorrido. La gran acogida ciudadana confirmaría el éxito de la actuación.

21 nov 2015

La “Ruta 66”, la calle mayor de Estados Unidos, y sus ciudades (primera parte)

Hay rutas que marcaron épocas y están sólidamente implantadas en nuestro acervo cultural. Algunas tuvieron un carácter comercial, otras encauzaban peregrinaciones religiosas o incluso vertebraron y comunicaron territorios. Algunas han perdido su función y otras continúan en servicio. En todos los casos, la importancia adquirida las elevó a la categoría de mito. Estas largas rutas legendarias, se hacían por etapas y por eso estaban jalonadas por ciudades, que se engarzaban al recorrido como perlas en un collar.
Una de estas rutas transcurrió por Norteamérica, entre Chicago y Los Ángeles. Es la Ruta 66, cuya trascendencia fue tal que llegó a ser calificada como la “calle mayor” (main street) de los Estados Unidos. Construida entre 1926 y 1938, recorre casi 4.000 kilómetros por ocho Estados. Se convirtió, durante la Gran Depresión de la década de 1930, en el camino hacia la “tierra prometida” que representaba California y, en la década de 1960, encauzó los sueños de la generación beat que ansiaba la libertad que disfrutaba la costa oeste. El trazado histórico iría siendo sustituido por modernas autopistas, pero aún es posible recorrer buena parte de sus antiguos tramos, que ofrecen a quienes los recorren (sea por turismo, por nostalgia, por mitomanía o por cualquier otra razón), un encuentro con una parte esencial de Norteamérica, con su historia, con sus paisajes, con sus leyendas, incluso con algunos de sus mitos colectivos.
Abordaremos la Ruta 66 en dos artículos. En este primero recorreremos desde Chicago hasta Oklahoma City (pasando por Saint Louis, Springfield Missouri, y Tulsa). En el segundo, completaremos el recorrido para llegar al destino: Los Ángeles.

7 nov 2015

Nueva York, década de 1930: el swing de las big band y los grandes iconos arquitectónicos.

El Chrysler Building y el Empire State Building son dos de los iconos arquitectónicos neoyorquinos que acompañaron el florecimiento del swing y las big bands.
En la década de 1930, el jazz cambió de hogar. Nueva York sustituyó a Chicago como foco principal de aquella música que enfebrecía a la población. La Gran Manzana acogería a unos músicos que habían emprendido una “segunda migración” (la primera les llevó desde Nueva Orleans a Chicago) y Harlem se convertiría en el lugar donde florecería el swing y reinarían las big bands.
Tras los “felices veinte”, el crack de la bolsa de 1929 dio origen a la Gran Depresión, que sumió a los Estados Unidos y al mundo occidental en una profunda crisis. Pero Nueva York se recuperaría con más rapidez que otros lugares y, en un contexto tan adverso, levantaría alguno de sus iconos más reconocidos, como el Chrysler Building, el Empire State Building o el Rockefeller Center, y emprendería un programa de infraestructuras y equipamientos que transformarían la ciudad.
El swing y las big band serían el antídoto frente a las miserias de la Gran Depresión. Las grandes bandas de Duke Ellington, Count Basie, Benny Goodman o Fletcher Henderson, entre otros, pondrían una banda sonora a esa década que conduciría a la Segunda Guerra Mundial.

17 oct 2015

Ciudades divididas: El caso de Nicosia, una ciudad y dos capitales en Chipre.

Nicosia, ciudad dividida.
Puede resultar paradójico que en un mundo globalizado, donde las barreras parecen haber desaparecido gracias a las nuevas tecnologías (de la información, de la comunicación o del transporte), al comercio, al deporte  y a otras muchas manifestaciones culturales unificadoras, los conflictos de identidad surjan cada vez con más fuerza. Frente a nociones como convivencia, movilidad, adaptabilidad, internacionalidad, se ven potenciadas otras como separación, raíces, intransigencia o nacionalismo.
Por esto, los conflictos entre comunidades humanas que comparten un mismo espacio, pueden parecer anacrónicos, pero son reales y siguen muy presentes en nuestro tiempo. Las razones suelen ser complejas pero entre sus ingredientes hay cuestiones étnicas, religiosas, intereses económicos o también cuestiones geopolíticas, principalmente.
Territorios y ciudades se ven divididos por la imposibilidad de convivencia entre los grupos humanos que los habitan. Nos interesan las ciudades divididas, urbes que ven distribuida y segregada su superficie entre las comunidades irreconciliables en disputa. No son pocas las ciudades que han padecido o siguen padeciendo estas circunstancias. Baste pensar en Jerusalén, Beirut, Belfast, Mostar, Vukovar o Berlín, entre otras.
Vamos a aproximarnos a una de estas ciudades divididas: Nicosia, la capital (doble) de Chipre, en la que, a pesar de la relativa relajación de las tensiones entre grecochipriotas y turcochipriotas, la línea fronteriza que la parte en dos sigue vigente.

26 sept 2015

Fra Mauro, el monje que dibujó el mundo sin salir de su celda.

El Mapamundi de Fra Mauro.
Desde la antigüedad y hasta la época moderna, los mapas eran preciados tesoros que mostraban caminos y rutas comerciales, puntos militares estratégicos, repartían regiones delimitando fronteras, o identificaban lugares y posesiones. Eran documentos de difícil y laboriosa confección que otorgaban un gran poder a sus propietarios. De un buen mapa dependía el éxito de un viaje o el triunfo en una batalla, y esto les asignaba responsabilidades sobre la vida o la muerte de personas, o sobre el logro de fortunas o de ruinas.
Actualmente, el dibujo de mapas dispone de técnicas muy depuradas gracias a herramientas sofisticadas que se apoyan en instrumentos de gran precisión, como los satélites. Pero hubo un tiempo en el que la cartografía era una disciplina que solamente lograba aproximaciones más o menos ajustadas a la realidad. Los navegantes, viajeros, agrimensores o cartógrafos, fueron midiendo y dibujando los mundos que recorrían en un esfuerzo colectivo y acumulativo que acabaría por acotar fidedignamente la forma de ciudades, regiones o continentes.
Al final de la Edad Media, con el comienzo la época de las grandes exploraciones, se dibujó un mapa muy especial. Un monje veneciano, Fra Mauro, (quien según cuenta la leyenda, algo exagerada, no tuvo que salir de su celda), fue componiendo un gran mapa del mundo a partir de los comentarios y aportaciones de numerosos viajeros que le narraban como eran las tierras que habían visitado. Fra Mauro fue un pionero medieval de los mapas colaborativos tan frecuentes en la actualidad.

19 sept 2015

El Arte como activador del espacio público de la ciudad: el caso del Museo Urbano Tony Garnier de Lyon.

Museo Urbano Tony Garnier de Lyon en el barrio de los Estados Unidos (muro nº 14)
Habitualmente los museos exponen sus pinturas en el interior de los edificios, pero el Museo Urbano Tony Garnier de Lyon es diferente. Las obras no están tras los muros, sino que se muestran en las fachadas medianeras del renovado barrio de los Estados Unidos, una de las realizaciones del arquitecto lionés.
Tony Garnier (1869-1948) fue uno de los arquitectos seminales de la modernidad. Con sus proyectos urbanos y arquitectónicos, realizados o no, se adelantó a lo que el Movimiento Moderno propugnaría tiempo después. Anticipó en cuarenta años mucha de la doctrina de la Carta de Atenas y previó el Estilo Internacional dos décadas antes de que apareciera.
La Lyon actual rinde homenaje al arquitecto con un espectacular museo al aire libre (Musée Urbain Tony Garnier) en él se ofrecen imágenes de su Cité Industrielle entre otras obras. Pero el museo, al margen de la relación con Garnier, es también un caso paradigmático de transformación urbana a través de la pintura mural. Su creación fue producto de una estrategia más amplia, encaminada a rehabilitar integralmente el Quartier des État-Unis. El proceso fue modélico y ha sido reconocido internacionalmente, incluyendo a la UNESCO que premió la actuación en 1991. Este singular museo es un ejemplo de cómo el Arte es un medio ideal para activar el espacio urbano.

12 sept 2015

Lyon Confluence, el patito feo se transforma en cisne.

Imágenes de la nueva arquitectura que está emergiendo en Lyon-Confluence.
Lyon nació junto al encuentro entre los ríos Ródano y Saona. En su crecimiento, la ciudad colonizó una pequeña lengua de tierra y varias islas que separaban los dos cauces. Todo fue reunido en una larga y plana península, la Presque’île, como la llaman los lioneses, ganada a los rios al encauzar y prolongar su confluencia. La zona septentrional quedaría ocupada por la magnífica Lyon burguesa de los siglos XVIII y XIX, que alberga los principales espacios y monumentos de la ciudad; mientras que, por el contrario, su parte meridional (el barrio Perrache), fue la Lyon oculta, portuaria, industrial, obrera, donde se construyeron cárceles, se asentó la prostitución, y donde se trazaron barreras ferroviarias y autopistas, que la convirtieron en un lugar marginado.
Así, la península resultó un territorio bipolar, agravándose las diferencias a partir de la implantación de la antigua estación ferroviaria principal de la ciudad, que aisló su parte meridional, y del intercambiador que hizo desaparecer el espléndido cours Verdun. Pero desde hace veinte años se intenta insuflar vida al malherido Perrache. Tras dos décadas comienzan a verse los frutos de una ambiciosa operación que va a cambiar el centro de Lyon. Con el proyecto Lyon Confluence, el patito feo se está transformando en un cisne.

5 sept 2015

“Nuevo Belgrado” (Novi Beograd), ¿la Ciudad Funcional del doctor Frankenstein?

El tortuoso proceso sufrido por Novi Beograd (Nueva Belgrado) lo ha convertido en un conjunto multiforme y desfigurado muy criticado. Arriba bloques de las manzanas 61, 62 y 63. Debajo a la izquierda el Palacio de Serbia. A la derecha la Torre Genex y la Iglesia ortodoxa de San Demetrio.
Uno de los primeros proyectos de Ciudad Funcional realizados en  Europa arrancaría en Belgrado, la capital de Serbia, a finales de la década de 1940. Esta sería Novi Beograd (Nuevo Belgrado), la extensión de la ciudad pensada para acoger las principales instituciones conjuntas de la naciente República Federal Popular de Yugoslavia y para absorber el gran crecimiento de población producido tras la Segunda Guerra Mundial. La propuesta de Novi Beograd tendría también un alto contenido simbólico. Quería significar la ruptura con un pasado dramático, la expectativa de un nuevo futuro para los eslavos del sur (pues eso es lo que significa Yugoslavia) y, además, ser un escaparate de la versión socialista de la ciudad moderna.
Pero todas esas ilusiones se revelaron infundadas. La ausencia de objetivos claros y compartidos, la falta de visión de conjunto, la excesiva politización, las desavenencias entre los sucesivos planificadores, las variaciones constantes durante el largo proceso, o las diferentes crisis económicas y políticas (incluyendo cruentas guerras como las que desmembraron el país en los años noventa), fueron creando un monstruo multiforme y desfigurado que se asemejaba a un producto del doctor Frankenstein.
Nuevo Belgrado fue una utopía que se desvaneció entre las disputas internas y el pragmatismo de la cruda realidad. Denostado por la crítica (a pesar de contar con estimables muestras arquitectónicas), apartado de la historia moderna “oficial” (aunque siguió fielmente los principios de la Carta de Atenas, con sus virtudes y sus defectos), rechazado por muchos de sus habitantes (que la tachan de gris, inhumana, de ciudad-dormitorio, de recinto de marginalidad, etc.), actualmente, Novi Beograd sigue todavía incompleto y supone un reto muy importante para técnicos y políticos que aspiran a reorientar su cuestionada realidad.

22 ago 2015

Revoluciones urbanas en la década de 1960: y 3. La visión científica (de la Ekística al enfoque sistémico).

Los enfoques sistémicos abstraen la realidad para convertirla en una estructura modelizable.
Durante la década de 1960, el urbanismo asistió a una revisión en profundidad. En un primer artículo, profundizamos en las primeras revoluciones urbanas que tuvieron al humanismo como eje vertebrador, y en el segundo, lo hicimos con la revolución arquitectónica, que, desde una óptica morfológica, revisaría sus bases disciplinares y su relación con la ciudad (a través de las aportaciones de Aldo Rossi, Robert Venturi o las utopías de Archigram)
En este tercer y último artículo nos aproximaremos a los intentos de lograr una visión científica sobre la ciudad y los territorios. El racionalismo del Movimiento Moderno se consideraba ingenuo, subjetivo y poco riguroso. Por eso se pretendió fundar una verdadera “ciencia urbana” que dirigiera la evolución de las ciudades, entidades cada vez más complejas. El estructuralismo, que emergió aquellos años, sobre todo en el pensamiento francés, y la naciente Teoría General de Sistemas fundamentaron unos planteamientos que se apoyarían en otros campos como la sociología, la antropología, la economía o incluso la biología. La interdisciplinaridad, la metodología y los procesos de trabajo se convirtieron en protagonistas obviando los aspectos morfológicos. Entre las contribuciones más relevantes se encontrarían la Ekística de Constantinos Doxiadis o el enfoque sistémico de George F. Chadwick.
Décadas después, la extraordinaria repercusión en la ciudad producida por la irrupción de las TICs y de Internet está volviendo a situar en primera línea alguna de las contribuciones de la teoría sistémica y de sus modelos.

15 ago 2015

Revoluciones urbanas en la década de 1960: 2. La óptica de la Arquitectura (Rossi, Venturi y Archigram).

Rossi, Venturi y Archigram  protagonizarían la segunda oleada revolucionaria (imágenes de viviendas en Berlín, Vanna Venturi House, y  Plug-in-City, respectivamente)
Durante la década de 1960, el urbanismo asistió a una revisión en profundidad. En un primer artículo, profundizamos en las primeras revoluciones urbanas que tuvieron al humanismo como eje vertebrador, y en el tercero, lo haremos nos acercaremos a la nueva visión científica que apostó por un planteamiento multidisciplinar de fuerte impronta metodológica (con contribuciones como la Ekística de Doxiadis o el enfoque sistémico de George Chadwick).
En este segundo artículo nos aproximamos a la revolución arquitectónica, que revisaría sus bases disciplinares y su relación con la ciudad, manifestándose en tres direcciones con referencias temporales (mirando hacia el pasado, hacia el presente o hacia el futuro). La arquitectura, sería planteada desde una óptica morfológica y, aunque se proclamaba su autonomía, se consideraba a la ciudad como una guía, un contexto para su desarrollo. Destacarían las aportaciones de Aldo Rossi, quien miró al pasado para profundizar en la memoria urbana generando la noción de Ciudad Análoga, o las de Robert Venturi, centradas en un presente donde primaba la comunicación, aunque jugaba irónicamente con los simbolismos del pasado. También serían remarcables las utopías futuristas y tecnológicas del grupo británico Archigram
Su influencia fue muy importante. Durante las siguientes décadas convivirían un neorracionalismo clasicista, con el más ecléctico y desinhibido postmodernismo y la irrupción del high-tech.

8 ago 2015

Revoluciones urbanas en la década de 1960: 1. La reivindicación del humanismo.

Bryant Park en Nueva York es uno de los proyectos más celebrados en los que participó William Whyte aportando su metodología de análisis y proyecto.
Tras la Segunda Guerra mundial, la reconstrucción de las ciudades y sus crecimientos supusieron unos retos enormes ante los cuales los postulados del Movimiento Moderno se mostraron insatisfactorios. Así, a finales de la década de 1950 y, sobre todo, en los años sesenta, el urbanismo asistió a una revisión en profundidad. Tras una primera y trascendental reivindicación del protagonismo de las personas, vendrían otras oleadas “revolucionarias” tanto desde la arquitectura, con una óptica morfológica, (a través de las aportaciones de Aldo Rossi, Robert Venturi o las utopías de Archigram), como desde una nueva visión científica que apostaría por un planteamiento multidisciplinar de fuerte impronta metodológica (con contribuciones como la Ekística de Doxiadis o el enfoque sistémico de George Chadwick).
En este primer artículo abordaremos la primera oleada revolucionaria, que se manifestaría en tres focos principales, cuyo denominador común era restituir el humanismo como vector fundamental para la ciudad. El primer foco socavaría la ortodoxia moderna de los CIAM gracias a la sublevación de una nueva generación de arquitectos (agrupados bajo la etiqueta de TEAM X); el segundo, se aglutinaría alrededor de la Fundación Rockefeller, institución que financiaría una serie de estudios críticos a investigadores como Kevin Lynch, Jane Jacobs, Ian McHarg, Edmund Bacon o Christopher Alexander entre otros, que tendrían una enorme influencia sobre el urbanismo; y el tercer foco, avanzaría una innovadora metodología de análisis y diseño basada en el comportamiento de los ciudadanos, a partir de las experiencias de William Whyte o Jan Gehl.

11 jul 2015

La Plaza Mayor (regular) española en diez ejemplos.

En su origen, la denominación “plaza mayor” indicaba solamente una posición en el escalafón jerárquico de los espacios de la ciudad. Pero, a finales de la Edad Media española, estos lugares principales fueron consolidando una forma urbana muy característica, vinculada a la regularidad de su planta (cuadrada o rectangular mayoritariamente), a la uniformidad de su arquitectura y, casi siempre, a la presencia de pórticos que facilitaban un uso más intenso. Esta innovadora morfología urbana tendría mucha influencia posterior (en las ciudades iberoamericanas o en la Europa barroca y neoclásica, por ejemplo). Lo regular y lo uniforme asentaron las bases conceptuales de estas plazas, pero la diversidad fue grande. Para abordarla, proponemos un guión metodológico de análisis de espacios urbanos.
En España hay numerosos ejemplos, aunque en esta entrega se han seleccionado diez plazas mayores regulares de diez ciudades: Barcelona, Bilbao, A Coruña, Huesca, Madrid, Palencia, Salamanca, San Sebastián, Valladolid y Vitoria. Los ejemplos muestran la variabilidad del tipo, tanto por su escala, proporciones y claves formales, como por la diversidad estilística que hay entre la más antigua y la más reciente, separadas por tres siglos.

5 jul 2015

Un nuevo casco histórico para Madrid y Barcelona (en el siglo XIX)

Imágenes de las dos ciudades según Alfred Guesdon. A la izquierda, Madrid (1854). En primer plano la Puerta de Alcalá y la antigua Plaza de Toros contigua. A la derecha, Barcelona (1850). EN primer término la estación ferroviaria y el Pla del Palau, al fondo la línea arbolada de las Ramblas y tras ella las chimeneas de las fábricas del Raval.
Una buena parte de los actuales “cascos históricos” de Madrid y Barcelona fue producto de las transformaciones realizadas durante la primera mitad del siglo XIX, un periodo que resultaría trascendental para las dos ciudades, todavía encerradas por murallas.
Su inicio fue un tanto convulso debido a la Guerra de la Independencia, que estuvo asociada al fugaz reinado de José Bonaparte. Este monarca tuvo una cierta importancia en Madrid (no así en Barcelona), puesto que en la capital se anticiparon ideas y reformas que, aunque no se completarían por la brevedad de su gobierno, marcarían la tónica de intervenciones posteriores.
Las dos ciudades se enfrentaron a su necesaria y urgente modernización. Para conseguirla se abrieron nuevos espacios urbanos (muchos de ellos gracias a las desamortizaciones del patrimonio eclesiástico), se construyeron equipamientos públicos o nuevas tipologías residenciales y se mejoraron (y, en algún caso, se plantearon por primera vez) sus infraestructuras, tanto las de servicio (agua, iluminación, etc.) como las de transporte (en particular el ferrocarril que sería vital). En general, Madrid continuaría con la dinámica propia de una capital de estado, pero Barcelona comenzaría su reconversión hacia una ciudad industrial de primer orden.
Pero las numerosas modificaciones serían insuficientes ante la creciente presión demográfica y funcional, de manera que, a partir de la segunda mitad del siglo, Madrid y Barcelona se vieron obligadas a abordar sus Ensanches.

27 jun 2015

El renacimiento del espacio urbano: la experiencia de Copenhague.

Strøget, el peatonalizado eje principal de la ciudad antigua de Copenhague, antes y después de la transformación.
Copenhague ocupa invariablemente las primeras posiciones de los rankings sobre las ciudades con mejor calidad de vida (en 2013 y 2014 fue elegida la mejor por la revista Monocle). Entre las razones que justifican tal distinción se encuentra la extraordinaria reconversión realizada en sus espacios públicos.
A partir de la década de 1960, Copenhague se convirtió en un laboratorio urbano implementando una innovadora política de recuperación del espacio urbano de su casco antiguo, que tuvo su expresión más conocida en la peatonalización de calles y plazas y en la apuesta por la movilidad ciclista en detrimento del automóvil. El arquitecto danés Jan Gehl fue uno de sus abanderados. Gehl, que había denunciado la “ciudad invadida” por los coches que usurpaban el territorio a las personas y la consecuente “ciudad abandonada” provocada por la emigración de muchas familias hacia las periferias huyendo del centro, proclamaría la necesidad de “reconquista” de la ciudad, devolviendo al espacio público su valor como lugar de encuentro ciudadano. Hoy Copenhague “vive la calle” y muestra orgullosa el resultado de una experiencia que ha supuesto un modelo para sus nuevas áreas urbanas y ha influido en muchas ciudades europeas y de otras partes del mundo, que iniciaron procesos similares.

20 jun 2015

Sentimientos de Pertenencia y Desarraigo: apuntes para un debate sobre Identidad Urbana (1. La noción de Comunidad).

“Vínculos de Identidad Urbana”. Obra de la artista chilena Marcela Carvajal (2009)
La identidad es un tema complejo y esquivo que permite diversos acercamientos. Uno de ellos deriva de su controvertida relación con las comunidades humanas y las dinámicas sociales de inclusión/exclusión. En este contexto, nos interesa especialmente la conexión entre las nociones de comunidad e identidad con el concepto de territorialidad.
Muchas comunidades no son territoriales. Pueden compartir ideas o bienes físicos y no encontrarse adscritas a ningún espacio concreto (por ejemplo, ser socio de Amnistía Internacional, pertenecer a la comunidad trekkie, ser accionista de Repsol, o ser miembro de la Iglesia católica). Otras, en cambio, encuentran su principal razón de ser en un determinado lugar que tienen en común (que pueden incorporar o no el sentido de propiedad). Estas comunidades “territoriales”, en las que el espacio protagoniza la identidad del grupo, son nuestro objetivo.
En esta línea, la ciudad sería un espacio físico (y mental) que se incorporaría como clave identitaria, llegando, en algunos casos, a ser la justificación sustancial en la conformación de grupos. En estos, el papel de la Arquitectura y del Espacio Urbano adquiere una trascendencia primordial.
El artículo se divide en tres partes. En esta primera nos aproximaremos al concepto de comunidad y sus implicaciones espaciales (acercándonos a nociones como patria (patriota), nación (nacionalista), país (paisano) o a ciertas asociaciones urbanas). Dejaremos para la segunda entrega la Identidad y el Sentimiento de Pertenencia. La tercera y última, reflexionará sobre la noción de Desarraigo.

6 jun 2015

La ciudad como reivindicación identitaria: el caso de la New Town de Edimburgo.

Arriba, el plano de Edimburgo en 1819 que recoge la primera y la segunda New Town. Debajo ortofoto actual de la misma zona.
La identidad urbana puede surgir espontáneamente, como un destilado de siglos de tradición, o ser un producto fabricado a partir de una voluntad expresa. Esta última opción se dio en la Edimburgo del siglo XVIII, cuando la ciudad ilustrada, que se construyó entre esa centuria y la siguiente, proporcionó un escenario que se convirtió en el vehículo de una reivindicación identitaria.
En 1707, Escocia se había integrado con Inglaterra para formar el Reino Unido de Gran Bretaña y, aunque el resultado fue muy beneficioso económicamente, supuso la  renuncia a su secular independencia. Con esa decisión, Edimburgo cedía la representatividad característica de la capitalidad de un estado, lo cual fue un duro golpe para el orgullo de sus ciudadanos. Pero la ciudad buscó recuperar la primacía por otros medios, desde la cultura y el pensamiento. La Ilustración escocesa alzaría a Edimburgo como un foco intelectual de primer nivel con figuras de la talla del economista Adam Smith, del filósofo David Hume o del arquitecto Robert Adam, entre otros notables. Entonces, Edimburgo, que tenía la imperiosa necesidad de crecer, saltó sobre sus límites medievales y propuso una extensión modélica que se presentó como un manifiesto construido para reclamar su puesto privilegiado en el panorama nacional e internacional.
Desde entonces, Edimburgo es una sorprendente ciudad con dos “rostros” que representan dos concepciones muy distintas del hecho urbano: la Old Town medieval, espontánea, orgánica y congestionada, frente a la planificada New Town, racional y elegante, un modelo admirable hacia el que miraron muchos urbanistas que lo tomaron como referencia.

30 may 2015

El complejo de Edipo de Buenos Aires: la ciudad postcolonial (1810-1930).

La gran Avenida 9 de Julio o la Diagonal Norte, son algunas de las transformaciones realizadas en Buenos Aires que se contraponían al modelo colonial.
Uno de los tópicos habituales relaciona a los argentinos (y particularmente a los porteños) con el psicoanálisis. Este es un lugar común, no exento de humor, que aprovechamos para caracterizar la etapa postcolonial de Buenos Aires, en la que la ciudad intentó desvincularse de sus raíces españolas.
En el comienzo de su andadura autónoma, la ciudad pretendió desligarse del modelo hispano, planteando transformaciones radicales a su trazado en cuadrícula, que fue considerado como un “pecado original”. Este rechazo dirigió su mirada hacia nuevos referentes y, particularmente, hacia la capital francesa. Buenos Aires quiso ser París y, para ello, debía “eliminar al padre”. La fascinación por la ville lumière se concretó en nuevos ejes, vías diagonales o plazas (aunque muchas propuestas no se llevaron a cabo) y fue fuente de inspiración para la arquitectura.
En una entrega anterior sobre la capital argentina nos acercamos a las circunstancias de su fundación e “infancia”, que corresponderían con su época colonial, concluida en 1810. En esta segunda entrega, nos aproximaremos a su evolución tras la emancipación, recorriendo el camino hasta la creación de la gran metrópoli del sur iberoamericano, consolidada hacia 1930. Dividiremos el periodo en dos etapas separadas por el año 1880, fecha en la que la ciudad se asentó como capital federal de la emergente República Argentina.

23 may 2015

Simulaciones de identidad urbana. El caso de Bogotá: desde la Santafé virreinal “virtual” a la “Atenas sudamericana”.

La Bogotá histórica se debatía entre el deseo y la realidad. La calle Décima, en su acceso occidental a la Plaza Bolívar, expresa la modestia de las mansiones coloniales de la “esplendorosa” corte virreinal. Al fondo el Capitolio Nacional de Colombia, edificado entre 1848 y 1926.
La identidad es un tema controvertido. Más aún cuando nos referimos a identidades urbanas, que son composiciones colectivas, muchas veces dudosas. En ocasiones, la proyección que una ciudad hace de sí misma, es un mensaje interesado que busca ofrecer una determinada imagen que encubra una realidad contraria. Son las identidades simuladas, que crean relatos de ficción o inventan mitos con el objeto de transmitir una idea favorable, tanto al exterior como a sus propios habitantes. No obstante, hay casos en los que la leyenda fija un horizonte al que aspirar y, en ciertos lugares, han logrado acercar la realidad al sueño.
Encontramos un ejemplo en la Bogotá histórica, que mostró una sorprendente capacidad para disfrazar su imagen real. Este es un rasgo singular de la ciudad, ya que supo crear máscaras esplendorosas que ocultaban una precaria realidad. Porque la Santafé colonial (su nombre inicial), capital de un virreinato, y también la posterior Bogotá del siglo XIX, fue una ciudad de simulaciones, elaborando una “realidad” paralela que disfrazaba la pobreza de su materialidad física. La capital virreinal incorporó una capa imaginada (“virtual”) que le proporcionó un aura mítica de gran ciudad, que también se expresaría en la cuestionada etiqueta decimonónica de “Atenas sudamericana”. 
Comenzaremos reflexionando sobre las identidades simuladas para continuar con una breve aproximación al Virreinato de Nueva Granada y a la realidad física de su capital, Santafé, llegando hasta la Bogotá de finales del siglo XIX. Analizaremos después  la fantasía que “fabricó” el simulacro, utilizando la cultura y sus manifestaciones para proyectar una imagen resplandeciente que camuflaba la verdad.

16 may 2015

Ciudades medievales: Barcelona, “ciudad condal” y Madrid “poblachón manchego”.

Arquitectura medieval de Barcelona y Madrid. A la izquierda, el mirador del rey Martí integrado en el conjunto del Palau Reial Maior de Barcelona. A la derecha la torre mudéjar de la iglesia de San Nicolás en Madrid, edificada a mediados del siglo XIV (el campanario y el chapitel fueron añadidos en el siglo XVII).
La Edad Media fue muy dispar para ambas ciudades. La triunfante Barcelona medieval contrastaba con el humilde “poblachón manchego” que era Madrid (según lo definió Ramón de Mesonero Romanos).
La capital catalana asistió a una transformación espectacular, que la llevaría desde la reducida “ciudad condal”  hasta la deslumbrante sede de la Corona de Aragón, convirtiéndose en una de las principales urbes mediterráneas. En esa época, trascendió sus fronteras romanas ampliando, en dos ocasiones, su recinto, con lo que quedaría configurado el casco antiguo actual. Por su parte, Madrid, conquistado por los ejércitos cristianos en 1083, construyó su segunda muralla (la cristiana, que consolidaría la medina musulmana) y creció modestamente hasta llegar a la denominada “Cerca del Arrabal”, levantada al final del Medievo. Al concluir la Edad Media, Barcelona triplicaba la superficie madrileña y cuadruplicaba la población de la ciudad castellana.
No obstante, a pesar de su diferencia de estatus, las dos ciudades coincidieron en la estrategia de desarrollo urbano, que consistió en el surgimiento de arrabales extramuros que acababan siendo incorporados con las sucesivas ampliaciones de los recintos amurallados.

2 may 2015

Las ciudades y sus medidas antropomórficas (el caso norteamericano).

El hombre de Vitrubio, estudio de las proporciones humanas realizado por Leonardo da Vinci hacia 1490.
Además de ser una necesidad pragmática, medir ordena el mundo. En sus inicios, los hombres determinaron las dimensiones de su entorno y de los objetos cotidianos a partir de la comparación con su propio cuerpo. Dedos, pies o pasos daban constancia de las magnitudes de las cosas o de las distancias, pero también se calculaba la superficie de los terrenos en función del esfuerzo necesario para su labranza. Estos procedimientos conllevaron el problema de su particularidad, que mejoró cuando evolucionaron desde la medición individual hacia un sistema estandarizado. No obstante, esta generalización todavía adolecía de un gran localismo, causando variedades regionales que dificultaban los acuerdos entre los pueblos. El consenso internacional llegaría tras la Revolución Francesa, cuando se adoptó mayoritariamente el abstracto sistema métrico. Pero unos pocos países mantuvieron el antiguo modo antropomórfico (Estados Unidos entre ellos, con pulgadas, pies, yardas, acres o millas).
Las magnitudes de una ciudad están referidas al sistema de medición que las creó. Por eso, las longitudes y superficies de sus espacios, así como sus relaciones, sus proporciones o su simbolismo, deben ser examinadas desde el conocimiento de esa modalidad de cálculo. Por lo tanto, para analizar la planificación de la ciudad norteamericana de colonización, debemos profundizar en el sistema de unidades anglosajón.

25 abr 2015

Aproximación al círculo como estructura urbana: Ciudades circulares y otros trazados (parte segunda).

Esquemas de los diferentes modelos de estructura urbana basada en el círculo
Continuamos la aproximación al círculo como estructura urbana. Tras el primer artículo en el que nos acercamos al simbolismo de esta forma geométrica y a varios ejemplos del modelo unitario más ortodoxo (radioconcéntrico), completaremos el recorrido en esta segunda parte con los veintidós casos restantes.
En ella, veremos las heterodoxias de ese modelo de círculo único y también las morfologías que se basan en sistemas más amplios, tanto formando racimos (cluster) como mallas ordenadas. Finalmente se presentan ejemplos de la utilización ocasional de la circunferencia en inmensas vías circulares o en parcelaciones territoriales, a través de la proyección de sus radios.

18 abr 2015

Aproximación al círculo como estructura urbana: Ciudades circulares y otros trazados (parte primera).

Brondby (Dinamarca)
A pesar de su rotundidad geométrica y de su potencia simbólica, el círculo no ha sido utilizado con frecuencia como base estructural de las ciudades. Desde el punto de vista urbano, resulta una figura contradictoria porque además de las dificultades para su implantación, sus virtudes iniciales suelen convertirse en inconvenientes para su desarrollo.
No obstante, el círculo protagoniza algunas de las más espectaculares construcciones urbanas, tanto en modelos unitarios, como formando parte de sistemas más amplios, en racimo (cluster) o en malla. También destaca puntualmente en inmensas vías circulares o condicionando territorios a través de proyecciones radiales, así como en el diseño de paisajes y, por supuesto, en la arquitectura, aunque en este artículo nos ocuparemos de su utilización urbanística. No obstante, hay que precisar que dejaremos para otra ocasión los círculos de pequeña escala (como plazas o rotondas de tráfico) para centrarnos aquí en los grandes diagramas de planificación.
El círculo ha ofrecido su especial magia a todas las civilizaciones, como demuestra el hecho de encontrarlo en los primitivos poblados africanos o norteamericanos, en las ruinas de ciudades persas y musulmanas, en las ciudades ideales concebidas por los renacentistas europeos, en los trazados barrocos o en los mandalas urbanos hindúes y, desde luego, en las ciudades contemporáneas. Vamos a aproximarnos a sus claves morfológicas y simbólicas, categorizando y reseñando algunos de sus ejemplos más representativos, dividiendo el artículo en dos partes (de los treinta casos expuestos, en esta primera entrega abordamos los ocho primeros y en la parte segunda se presentarán los veintidós restantes).

14 mar 2015

Rafael Moneo, urbanista: tres plazas españolas en Pamplona, Logroño y Murcia.

Plaza de los Fueros de Pamplona, Plaza del Ayuntamiento de Logroño y Plaza del Cardenal Belluga de Murcia.
La arquitectura de Rafael Moneo siempre hunde sus raíces en el contexto en el que se integra para emerger con fuerza alimentada por ese sustrato. Las referencias históricas y las preexistencias del entorno se manifiestan en las formas y en los materiales, en las composiciones y en las articulaciones, de manera que cada propuesta queda vinculada inseparablemente al lugar que ocupa, con un compromiso por “hacer ciudad”. Por estas razones, Moneo, un maestro internacionalmente reconocido por su obra arquitectónica, es también un referente en el diseño de espacios urbanos.
Vamos a aproximarnos a tres obras, tres plazas que ofrecen algunas claves del pensamiento urbano de Moneo: la Plaza de los Fueros de Pamplona (1975), la Plaza del Ayuntamiento de Logroño (1981) y la Plaza del Cardenal Belluga de Murcia (1998).
En la primera, el reto era doble, dado que a la necesidad de solucionar un complejo nudo de tráfico se le sumaba el desafío de lograr una identidad para un espacio difuso e informe, sin disponer del apoyo de la arquitectura. El caso de Logroño fue diferente porque la construcción del nuevo Ayuntamiento de la capital riojana definiría este espacio emblemático para la ciudad. Finalmente, en Murcia, en un lugar consolidado y de alto contenido histórico, un nuevo edificio y la remodelación del plano horizontal permitirían a la plaza recuperar una dignidad que había extraviado.

7 mar 2015

México antes de México: la urbanización prehispánica del altiplano, Tenochtitlán (y Teotihuacán).

Recreación de Tenochtitlán realizada por el artista mexicano Tomas Filsinger.
El altiplano mejicano es un lugar habitado desde tiempos remotos. Las favorables condiciones ambientales del Valle de México posibilitaron una temprana presencia humana que culminaría con la creación de las primeras ciudades centroamericanas. La primera que mereció esa consideración fue la modesta Cuicuilco, pero el espíritu urbano de la región se consolidaría con la subyugante y sorprendente Teotihuacán. Lamentablemente ambas fueron abandonadas y son en la actualidad sitios arqueológicos (Teotihuacán recibe miles de visitantes cautivados por la espectacularidad de sus pirámides).
No obstante, la gran referencia prehispánica mesoamericana sería Tenochtitlán, el centro del universo azteca, que se construyó sobre una de las islas del gran sistema de lagos que caracterizaba el valle. En un islote del lago Texcoco, los aztecas (mexicas según su propia denominación) edificarían su capital a partir de 1325. Cuando en 1521, los españoles conquistaron Tenochtitlán, levantarían sobre ella, una nueva ciudad colonial que, desde entonces, sería conocida como México.
En este artículo nos aproximaremos a la cultura urbana prehispánica de la Ciudad de México que, quinientos años después, se ha convertido en una de las mayores metrópolis que existen en el mundo actual, con una extensión cercana a los mil quinientos kilómetros cuadrados y una población que sobrepasa los veintiún millones de personas.

28 feb 2015

Madrid y Barcelona en “transición”: la democracia y un nuevo paradigma urbano. (Paralelismos y Divergencias, 12)

Madrid apostó por el Plan (plano del PGOUM 85). Barcelona lo haría por el Microurbanismo (intervención en el Moll de la Fusta).
El “desarrollismo” tuvo un final abrupto en España. La crisis del petróleo de 1973 y el final de la dictadura en 1975 abrieron un tiempo nuevo en el que tanto el país como sus principales ciudades modificarían su rumbo radicalmente. La recesión económica y la llegada de la democracia prepararían un escenario inédito en el que Madrid y Barcelona abordarían su futuro con nuevas claves y con un ímpetu renovado.
Los ciudadanos habían recuperado el poder (los ayuntamientos democráticos se constituyeron en 1979) y reivindicarían un nuevo modelo de ciudad más humana y equilibrada. Madrid y Barcelona se enfrentaron a una revisión en profundidad.  Las dos ciudades pretendían recualificar su espacio corrigiendo los graves problemas heredados de la etapa anterior. Pero lo harían adoptando estrategias distintas. Mientras Madrid acabaría aprobando un Plan General que marcaría un hito para la capital y para la cultura urbana de todo el país. Barcelona optaría por un proceso diferente: el microurbanismo.

21 feb 2015

Toulouse-Le Mirail y la renovación de la Ciudad del Movimiento Moderno: de la utopía al desencanto.

Toulouse-Le Mirail.
En Toulouse (Francia) se pudo materializar, aunque parcialmente, el ideal de la joven generación de arquitectos críticos con la ortodoxia funcionalista. Los renovadores imaginaron una ciudad “futura” más humana, diseñada para los ciudadanos y no para los vehículos, en la que los espacios públicos permitieran la interrelación entre las personas, y que pretendía, además, armonizarse con el medio ambiente y ser respetuosa con la historia.
Sobre estas bases nació, en 1961, Toulouse-Le Mirail. La nueva ciudad era un sueño realizable, una brillante e innovadora utopía que tomaba forma, y parecía tener todos los ingredientes para triunfar. Pero la realidad fue otra. Toulouse-Le Mirail, no llegó a completar su programa, abatida por una serie de problemas económicos, políticos y sociales. Y aunque sus inicios fueron exitosos,  acabaría transformada justamente en lo contrario de lo que pretendían sus autores. El sueño derivó en pesadilla, el barrio se convertiría en sinónimo de peligrosidad y la utopía dio paso al desencanto.

14 feb 2015

De la Weissenhof (1927) a la Interbau (1957): los extremos temporales del urbanismo funcional canónico (en Europa).

Arriba, imagen de la Weissenhof de Stuttgart de 1927. Debajo, imagen de la Interbau 1957 celebrada en Berlín.
Las vanguardias arquitectónicas que alumbrarían el Movimiento Moderno fueron consolidándose en la década de 1920. El funcionalismo sería su gran credo y se mantendría vigente, dentro del marco canónico, hasta finales de los años cincuenta. Durante esos treinta años, los arquitectos racionalistas se fueron reuniendo periódicamente en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (los CIAM), en los que se iría definiendo una buena parte de su doctrina y, en particular, las bases de la Ciudad Funcional, el modelo de ciudad más característico del siglo XX.
Aunque hubo propuestas teóricas sobre la Ciudad Funcional (como la Ville Radieuse de Le Corbusier) y se lograron construir ejemplos completos en países del Tercer Mundo, como Chandigarh, Brasilia o Islamabad, en Europa se levantaron dos “muestras” singulares. Fue en el principio y en el final del Movimiento y se convirtieron en “manifiestos construidos”. Fueron dos exposiciones internacionales de arquitectura que reunieron arquitectos afines y ofrecieron una colección de obras representativas. En 1927 se construyó en Stuttgart la Weissenhof Siedlungen, expresando los valores de la vanguardia de ese momento, mientras que tres décadas después se levantó en el barrio Hansaviertel de Berlín la Interbau 1957 que supondría el canto del cisne del Funcionalismo que, a partir de entonces, evolucionaría hacia otros horizontes menos dogmáticos.


7 feb 2015

Crónica breve de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM).

Cartel del CIAM VII celebrado en Bérgamo.
A lo largo de treinta años, entre 1928 y 1959, los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna) reunieron a los arquitectos de vanguardia, quienes fueron levantando acta del movimiento que caracterizó el siglo XX. En esos encuentros se fue construyendo buena parte del cuerpo teórico de la arquitectura y de la ciudad racionalista.
Como todas las obras clásicas de teatro, el conjunto de los once CIAM se desarrolló en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. Durante los cuatro primeros se definieron las bases que culminarían en la Carta de Atenas, el manifiesto de la Ciudad Funcional escrito en 1933. Los cuatro siguientes consolidaron las claves del movimiento, a la vez que asistían a la emergencia de discrepancias internas. Los tres últimos prepararían la necrológica del movimiento. Aquel extraordinario edifico doctrinal se resquebrajaría dinamitado desde dentro por una nueva generación de arquitectos (la denominada tercera generación) que reivindicaron las emociones humanas como ingrediente ineludible de la arquitectura y de la ciudad.
En 1959, el CIAM XI cerró la historia de unos congresos que tendrían una relativa continuidad en las posteriores reuniones del TEAM X, el grupo “rebelde”.

31 ene 2015

Entre la conservación y el olvido: Posturas ante el patrimonio heredado en cinco Ciudadelas históricas.

La Ciudadela de Lille es uno de los grandes ejemplos de fortificación ideados por el Marques de Vauban. Se conserva perfectamente integrada en un gran parque urbano.
Una de las construcciones características de los siglos XVI al XVIII fueron las Ciudadelas, recintos militares que dominaron algunas ciudades que se convirtieron en “plazas fuertes” dentro de un periodo de intensos conflictos bélicos. Con el tiempo esas espectaculares y geométricas fortificaciones perdieron su razón de ser y las ciudades se encontraron frente al dilema de qué hacer con ellas.
El debate de fondo expresa el posicionamiento ante el patrimonio histórico heredado y, particularmente, ante un legado que no se adapta con facilidad a los requisitos de la ciudad contemporánea.
Como ejemplo, vamos a aproximarnos a cinco casos muy distintos respecto a la consideración de esas antiguas Ciudadelas. Las diferentes posturas van desde la conservación, manteniendo en cierta medida el uso original (la Ciudadela de Jaca), hasta la eliminación radical borrando cualquier rastro en el trazado urbano (la Ciudadela de Turín), pasando por diversas posiciones intermedias: el mantenimiento de lo esencial con amputaciones parciales (como es el caso de la Ciudadela de Pamplona); el reciclado drástico para adaptar los espacios útiles a nuevos usos (como se hizo en la Ciudadela de Montpellier); o la desaparición relativa, puesto que la supresión física no evita su recuerdo, tanto por su influencia en la trama del entorno como por la conservación de algún resto (como sucedió con la Ciudadela de Barcelona).

24 ene 2015

Las dos caras de San Petersburgo: Palacios suntuosos frente a humildes Casas-Comuna (Kommunalka).

Estatua de Pedro I El Grande, instalada en 2006 en la isla Vasilievski, obra de Zurba Tsereteli, sobre el fondo de los bloques residenciales soviéticos.
Las ciudades ofrecen muchos rostros diferentes y, en ocasiones, muestran dos visiones destacadas con contrastes muy acusados. En estos casos suele contraponerse una imagen general privilegiada, que se proyecta hacia el exterior, con otra que se acostumbra a ocultar con cierta vergüenza y donde la vida no es tan amable. Hay muchos ejemplos de estas ciudades bifrontes y San Petersburgo es una de ellas.
Su “cara” más reconocida muestra la espectacularidad del sueño de su fundador, el zar Pedro I El Grande: una ciudad que se levantó de la nada para convertirse en la gran capital de Rusia, caracterizada por sus suntuosos palacios, monumentos y grandes avenidas. Pero la ciudad esconde otra realidad en las barriadas donde se acumulan viviendas comunales de la era soviética y que, todavía en la actualidad, se encuentran habitadas en paupérrimas condiciones. Se calcula que 600.000 personas viven en las kommunalka (коммуналка), en las que varias familias comparten el mismo espacio y luchan por una supervivencia digna.
Las instituciones promotoras han desaparecido (ya no existen ni los zares ni los soviets) pero el San Petersburgo del siglo XXI mantiene esa doble imagen extrema: la que enfrenta a una ciudad de ensueño con una ciudad de pesadilla.

17 ene 2015

El Ágora de Atenas y los Foros de Roma: representación del espacio ciudadano frente al espacio del poder.

El Ágora ateniense y el Foro romano como arquetipos espaciales: la representación ciudadana frente a la representación del poder.
La existencia de un espacio común y compartido es consustancial a los asentamientos humanos. Desde una óptica simbólica, pueden identificarse dos visiones diferentes acerca de la configuración de esos lugares que denominamos plazas. La primera, expresa la formación del espacio a partir de la voluntad del colectivo, como producto del requerimiento de un lugar de encuentro y relación para múltiples actividades cívicas (comerciales, políticas, festivas, etc.). En muchos de estos casos, las plazas se generaron a partir de la reserva de suelo consensuada, ocupando una posición relativamente central y pudiendo estar acompañadas de edificios de la comunidad (un ayuntamiento por ejemplo). La segunda óptica, entiende la formación de ese espacio como una dotación ofrecida por el líder del grupo (político, religioso, etc.) a sus subordinados. Las plazas que seguían esta línea, solían vincularse a la existencia de grandes edificios que recordaban la presencia del poder y la autoridad.
El Ágora de Atenas y los Foros romanos son en la actualidad unas ruinas que difícilmente logran transmitir lo que fueron en sus momentos de esplendor. Afortunadamente, las investigaciones arqueológicas y los numerosos escritos que los describieron, nos permiten intuir su antigua formalización. Su origen funcional fue similar (primero necrópolis y después mercado) pero su evolución “política” fue muy diferente. En su apogeo representaron visiones antagónicas, puesto que mientras el Ágora ateniense personificó el espacio ciudadano, los Foros romanos encarnaron la representación del poder. Por esta razón, ágora y foro (aunque los términos puedan utilizarse como sinónimos) se han convertido en arquetipos de esas dos formas de entender las plazas públicas.