Museo Urbano Tony
Garnier de Lyon en el barrio de los Estados Unidos (muro nº 14)
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Habitualmente
los museos exponen sus pinturas en el interior de los edificios, pero el Museo Urbano Tony Garnier de Lyon es
diferente. Las obras no están tras los muros, sino que se muestran en las
fachadas medianeras del renovado barrio de los Estados Unidos, una de las
realizaciones del arquitecto lionés.
Tony Garnier (1869-1948) fue uno de los arquitectos
seminales de la modernidad. Con sus proyectos urbanos y arquitectónicos,
realizados o no, se adelantó a lo que el Movimiento
Moderno propugnaría tiempo después. Anticipó en cuarenta años mucha de la
doctrina de la Carta de Atenas y
previó el Estilo Internacional dos
décadas antes de que apareciera.
La Lyon
actual rinde homenaje al arquitecto con un espectacular museo al aire libre (Musée
Urbain Tony Garnier) en él se ofrecen imágenes de su Cité Industrielle entre otras obras. Pero
el museo, al margen de la relación con Garnier, es también un caso paradigmático de transformación urbana a través de la pintura mural. Su creación
fue producto de una estrategia más amplia, encaminada a rehabilitar integralmente
el Quartier des État-Unis. El proceso
fue modélico y ha sido reconocido internacionalmente, incluyendo a la UNESCO
que premió la actuación en 1991. Este singular museo es un ejemplo de cómo el Arte es un medio ideal para activar el
espacio urbano.
La Ciudad y el Arte
Urbano como activador del espacio público.
La Ciudad es una construcción física pero también es una realidad inmaterial. Esta ciudad mental
se elabora individual y colectivamente a partir de los actos de las personas
que la habitan, de sus vivencias, sus recuerdos, imágenes y símbolos,
constituyendo y nutriendo lo que denominamos el alma de la ciudad. Así, una
ciudad con alma es un espacio compartido por una comunidad de personas, capaz
de generar un sentimiento de pertenencia que se proyecta al exterior con una
identidad nítida.
Una comunidad se define
principalmente por la identidad
lograda mediante signos con los que sus integrantes se reconocen. Más allá de
la imagen, una comunidad de personas también se asienta en el sentimiento de pertenencia de sus
miembros, adquirido gracias a las experiencias compartidas. Crear una auténtica
comunidad humana requiere trabajar en ambos planos (físico y existencial), lo
cual dirige la mirada hacia los lugares, públicos especialmente, y a las
situaciones vividas en dichos escenarios.
El espacio público de la ciudad, que históricamente ha
tenido la responsabilidad de servir a la transmisión de la información
necesaria para terminar de formarnos como individuos y facilitar la cohesión de
un colectivo, ha ido perdiendo progresivamente éste papel fundamental que lo
nutre de vida. La desarticulación de las comunidades es una primera
consecuencia de esto.
Para evitarlo se debe insistir en la consecución de varios
objetivos:
- Reforzar la Identidad
La identidad es un fenómeno complejo. Debe abordarse, por un lado, globalmente,
reforzando la identidad del conjunto urbano, potenciando la imagen que este
proyecta sobre el exterior y sobre la forma con la que los otros lo perciben.
Y, por otro, individualmente, trabajando internamente sobre los miembros que
componen la comunidad y que deben verse reflejados en él. Para ello es importante que la
identidad urbana construida ofrezca una personalidad diferenciadora y una
legibilidad que aporten referencias impulsoras del sentimiento
colectivo.
El Arte Urbano puede
ser un elemento identitario de las ciudades (Fuente de la Cibeles en Madrid)
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- Multiplicar la Interacción Social
El espacio urbano debe recuperar su protagonismo en la
esencia social de la comunidad. Con este fin se debe potenciar la transformación
del espacio público tradicional dotándolo de nuevos sentidos. El resultado será
un espacio complejo y heterogéneo, como corresponde a las múltiples lógicas que
rigen la sociedad contemporánea. Espacios que promuevan el tú a tú, espacios
para la interacción y la participación ciudadana, dónde se superpongan acontecimientos.
Espacios para la generación espontánea de fenómenos sociales y que inviten a
provocar el movimiento y el contacto entre personas, en busca de nuevas
temáticas e intereses comunes que hagan más rica la vida urbana.
- Recuperar el Significado
La identidad y el sentimiento de grupo surgen desde los
significados compartidos de la ciudad. La ciudad histórica dispone de la
personalidad e idiosincrasia que la convierte en un espacio singular, capaz de ser
interpretado por sus habitantes a través de un código aprendido. La ciudad debe
rescatar esos códigos y significados perdidos y, sobre todo, generar otros
nuevos, acordes con el mundo actual. La ciudad debe recuperar la convivencia de
la multiplicidad de interpretaciones, para cada generación y cada individuo, en
la que cada cosa significa y sugiere otras muchas visiones.
- Proveer Nuevas Experiencias
Debe explorarse las posibilidades de teñir la vida monótona
con la urbanidad contemporánea más vibrante mediante la activación perceptiva
de sus habitantes.
- Promocionar el Aprendizaje
El papel histórico del espacio público como vehículo
transmisor de información debe ser rescatado para garantizar la existencia de
una comunidad sana. Por ejemplo potenciando el juego como forma de aprendizaje
y experimentación del fenómeno urbano pensando, fundamentalmente, en los niños
de hoy, que son un colectivo olvidado por las ciudades. De cómo los trate la
ciudad y del interés que despierte en ellos, dependerá el retorno que éstos den
al espacio público. Desde la más temprana edad los ciudadanos deben sentirse
identificados con la ciudad.
El Arte Urbano puede
ser un motivador de la interacción social y del juego, principalmente infantil
(Crown Fountain de Jaume Plensa en el Millenium Park de Chicago)
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Para conseguir este objetivo de creación y fortalecimiento
de comunidades de personas, el Arte, puede y debe ayudar, actuando sobre los
lugares que habitan los ciudadanos, propiciando la identidad y el sentimiento
de colectivo. El Arte es un medio ideal
para activar el espacio urbano. Y más allá de sus atributos estéticos, debe
ser propositivo, buscando intensificar el uso que dan al espacio sus habitantes
para potenciar así las relaciones que se producen entre ellos. El Arte se
convierte de este modo en el catalizador de las reacciones sociales. El Arte es
el medio, pero el fin es la transformación del espacio urbano haciendo que
vuelva a formar parte de la vida en nuestras ciudades y de nuestra experiencia
como personas para volver a constituir auténticas comunidades.
En este
sentido, el Museo Urbano Tony Garnier
conjuga muchas experiencias urbanas, artísticas y ciudadanas a través de la
expresión de la historia del barrio en el que se localiza, informando sobre sus
claves y contexto, y generando un reconocimiento y una identidad que refuerza
el sentimiento de pertenencia de sus habitantes que aprecian el valor
patrimonial del escenario de sus vidas.
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Detalle del muro 3.
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El Museo Urbano de
Tony Garnier.
Tony Garnier (1869-1948) fue uno de los
arquitectos seminales de la modernidad. Con sus proyectos urbanos y
arquitectónicos, realizados o no, se adelantó a lo que el Movimiento Moderno propugnaría tiempo después. Anticipó en cuarenta
años mucha de la doctrina de la Carta de
Atenas y previó el Estilo
Internacional dos décadas antes de que apareciera.
La obtención
del Premio de Roma proporcionó al joven arquitecto un tiempo para la reflexión
en el que cuajaría muchas de sus ideas. En la romana Villa Médicis, entre 1899
y 1904, planificó la utópica Cité Industrielle que tanto influiría en el funcionalismo posterior con su apuesta
por la zonificación o la jerarquía viaria, entre otras cuestiones. La Cité Industrielle sería la visión de la
Ciudad Ideal de Tony Garnier y será analizada en un artículo próximo.
Algunos de
los proyectos planteados en esa Ciudad Industrial
ideal se verían en cierto modo, materializados en su Lyon natal, donde
construiría algunas de sus obras más celebradas. La Lyon de finales del siglo
XIX era la ciudad más vanguardista de Francia y esa posición de privilegio
debía mucho a la actuación de Garnier.
Una de las
realizaciones más destacadas de Tony Garnier es el barrio de los Estados Unidos (Quartier
des État-Unis), situado en el 8º arrondisement
de Lyon. Su importancia como ejemplo pionero en la construcción de barrios
sociales será tratada en otro artículo de este
blog. Diseñado desde 1920,
fue finalizado en 1934 (fue el primer barrio HBM de Francia, Habitations Bon Marché, viviendas
sociales).
Postal mostrando el
barrio de los Estados Unidos en el momento de su inauguración.
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Imágenes actuales del
barrio de los Estados Unidos rehabilitado.
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Los primeros
pasos se dieron en ese año 1988 seleccionando el contenido del museo que se
concretaría en la pintura al fresco de una serie de muros medianeros de los
edificios del barrio, hilvanando un recorrido que abarcaría los espacios más
significativos del mismo. La temática
abordaría un relato centrado fundamentalmente en la obra de Tony Garnier,
particularmente sobre su utópica Cité
Industrielle, que queda descrita con la traslación a las paredes medianeras
de los extraordinarios dibujos que había elaborado el arquitecto. Además,
complementariamente se mostraría una reflexión sobre las ciudades ideales
realizada por artistas de los cinco continentes. Estas últimas, se unen
“espiritualmente” a la obra de Garnier a través del nexo de la Cité Industrielle, la ciudad ideal
imaginada por el arquitecto.
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Detalle del muro 2.
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Para la
ejecución de los grandes murales, se contó con la colaboración de la cooperativa
de artistas CitéCréation, que prepararon las bases y pintaron los
grandes muros medianeros (de aproximadamente 230 metros cuadros cada uno). CitéCréation es un colectivo con una
amplia experiencia en la pintura mural de grandes dimensiones, destacando sus
obras de trampantojo (trompe-l’oeil).
Constituido en 1978 en Oullins, en el área metropolitana de Lyon, el grupo es uno
de los referentes internacionales en este campo, gracias a sus más de 650
frescos monumentales pintados a lo largo de todo el mundo.
Ortofoto con el
recorrido propuesto por el museo. Los números corresponden con los que
identifican cada pintura mural y que se detallan en el texto.
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El conjunto
de pinturas murales comenzó con veinticuatro obras que se han visto ampliadas
por cinco más en el entorno del barrio (Lyon tiene una consolidada trayectoria
en este tipo de acciones artísticas que se despliegan por toda la ciudad). De
esos veinticuatro murales, tres tienen carácter introductorio (del propio
museo, de la figura de Garnier y del contexto del año 1900); once, presentan la
Cité Industrielle; cuatro, obras de
Garnier en Lyon; y seis, visiones sobre la ciudad ideal, concebidas por
artistas que procederían de Egipto, India, México, Costa de Marfil, Rusia y
Estados Unidos. Posteriormente se incorporarían otros cinco murales en el entorno
próximo del barrio: dos nuevas interpretaciones de la Ciudad Ideal (de Canadá y
China) y tres reflexiones sobre el mito de la Torre de Babel, que se enlazaron como
continuidad del recorrido original.
El detalle
del contenido de los grandes murales es el siguiente (los números se
corresponden con la localización presentada en la imagen adjunta):
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 1, 2, 3 y 4, los “introductorios”
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Presentación y
contexto:
- 1. Anuncio y presentación del Museo Urbano Tony Garnier
- 2. Tony Garnier Visionario
- 3. Años 1900
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 5, 6, 7 y 8, la Cité Industrielle.
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Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 9, 10, 11 y 12, la Cité Industrielle.
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Descripción de la Cité Industrielle (Ciudad
Industrial) de Tony Garnier:
- 4. Planta y perspectiva de la Cité Industrielle
- 5. Servicios públicos
- 6. Estación
- 7. Viviendas colectivas
- 8. Viviendas individuales
- 9. Viviendas, vista interior
- 10. Escuela
- 11. La Torre del Reloj
- 12. Establecimientos sanitarios
- 13. Las Fábricas
- 14. Los Altos Hornos
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 13, 14, 15 y 16, Cité industrielle y otras obras de
Garnier.
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Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 17 y 18, con detalle del muro 18 dedicado al propio barrio
de los Estados Unidos.
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Obras de Tony Garnier en Lyon:
- 15. Estadio de Gerland (construido para la Exposición International de 1914)
- 16. Hospital de Grange-Blanche (actualmente Hospital Edouard Herriot)
- 17. Mataderos de la Mouche (conjunto de mercados de ganado y mataderos del que permanece la denominada actualmente Halle Tony Garnier).
- 18: El barrio de los Estados Unidos (el lugar donde se encuentra el Museo Urbano)
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 19, 20, 21 y 22 (ciudades ideales)
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Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 23, 24, 25 y 26 (ciudades ideales)
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Propuestas de Ciudades Ideales:
- 19. Ciudad ideal de Egipto, por Abdel Salam Eid.
- 20. Ciudad ideal de India, por Shantaram Tumbda
- 21. Ciudad ideal de México, por Marisa Lara y Arturo Guerrero.
- 22. Ciudad ideal de Costa de Marfil, por Youssouf Bath.
- 23. Ciudad ideal de Rusia, por Gregory Chestakov.
- 24. Ciudad Ideal de los Estados Unidos, por Matt Mullican.
A los
veinticuatro grandes frescos iniciales se le han ido sumando nuevas
incorporaciones. El mural número 25 (otra ciudad ideal) fue incorporado en 2008
junto al arranque del recorrido inicial, pero no ha sido la única novedad en el
museo.
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muro 25 (la ciudad ideal de Quebec)
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- 25. Ciudad Ideal de Québec, por Jean-Paul Eid (pintado en el año 2008 en conmemoración del 400 aniversario de la ciudad canadiense)
- 26. Ciudad ideal de China, por Shi Qiren (pintado en el año 2006)
- 27. Torre de Babel en lenguaje de cómic, por Nicolas de Crécy (pintado en el año 2005)
- 28. Torre de Babel del futuro, por Coop Himmelb(l)au, el equipo de arquitectura que ha diseñado el museo de la Confluence (pintado en el año 2006)
- 29. Torre de Babel clásica, según el cuadro de 1563 pintado por Pieter Bruegel el viejo (pintado en el año 2004)
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muros 27, 28 y 29.
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Las
medianeras pintadas no son una colección de obras dispersas sino que se
convierten en un auténtico museo temático gracias a la narrativa que las
unifica, al relato que da sentido al conjunto y que, con ello, logran reforzar
notablemente la identidad de todo el barrio potenciado como escenario
“interior” del museo. Hoy los paseos, a pie o en bicicleta, o las visitas
guiadas que se ofrecen, han convertido al barrio de los Estados Unidos en un lugar muy atractivo para los ciudadanos
y turistas que lo recorren admirando tanto las pinturas murales como el propio
barrio en sí, conjunto de viviendas sociales pionero (el itinerario puede
incorporar la visita a un apartamento con la decoración original de los años
treinta).
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Detalles de los muros 27, 28 y 29.
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El Museo Urbano Tony
Garnier recibió rápidamente el reconocimiento internacional, expresado en
varias distinciones (como la que le otorgó la UNESCO en 1991) y la presencia
constante de visitantes que realizan su recorrido.
Lyon. Museo Urbano
Tony Garnier. Muro 8.
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