Imágenes de la nueva arquitectura que está emergiendo
en Lyon-Confluence.
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Lyon nació
junto al encuentro entre los ríos Ródano y Saona. En su crecimiento, la ciudad
colonizó una pequeña lengua de tierra y varias islas que separaban los dos
cauces. Todo fue reunido en una larga y plana península, la Presque’île, como la llaman los lioneses, ganada a los rios al
encauzar y prolongar su confluencia. La zona septentrional quedaría ocupada por
la magnífica Lyon burguesa de los siglos XVIII y XIX, que alberga los
principales espacios y monumentos de la ciudad; mientras que, por el contrario,
su parte meridional (el barrio Perrache),
fue la Lyon oculta, portuaria, industrial, obrera, donde se construyeron
cárceles, se asentó la prostitución, y donde se trazaron barreras ferroviarias
y autopistas, que la convirtieron en un lugar marginado.
Así, la península
resultó un territorio bipolar, agravándose las diferencias a partir de la
implantación de la antigua estación ferroviaria principal de la ciudad, que aisló
su parte meridional, y del intercambiador que hizo desaparecer el espléndido cours Verdun. Pero desde hace veinte
años se intenta insuflar vida al malherido Perrache.
Tras dos décadas comienzan a verse los frutos de una ambiciosa operación que va
a cambiar el centro de Lyon. Con el
proyecto Lyon Confluence, el patito
feo se está transformando en un cisne.
El corredor formado por los cauces del
rio Ródano (Rhône) y del río Saona (Saône)
asciende desde el sur mediterráneo hacia el norte, separando el Macizo Central
francés de los Alpes, y fue una de las
principales rutas de la antigüedad. Junto a la confluencia de estos dos
grandes ríos nació Lyon. Aquella Lugdunum
romana se asentó en el promontorio que domina el encuentro fluvial (la colina
de la Fourvière). Con el tiempo, la
que fue capital de las Galias, colonizaría la orilla derecha del Saona y
ocuparía la pequeña península creada con el encauzamiento de los dos ríos. Las
ampliaciones se sucederían por la llanura existente en la ribera izquierda del
Ródano, hasta convertirse en la tercera ciudad francesa por población (tras
Paris y Marsella).
Perrache, el patito feo lionés.
La
desembocadura del río Saona en el Ródano configuraba un territorio muy
accidentado topográficamente.
Visualización de la antigua confluencia de los dos rios
de Lyon. El rectángulo blanco indica el lugar aproximado de la Place Bellecour.
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Topografía de Lyon superpuesta sobre el plano actual.
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Por el oeste se elevaba un promontorio (la colina
de la Fourvière sobre la que se fundó
la colonia romana Lugdunum en el año
43 a.C.) y por el norte existía otro cerro (la Croix-Rousse), a partir del cual se formaban una pequeña lengua de
tierra, en la cota de las aguas que se “deshacía” en una sucesión de pequeñas e
irregulares islas pantanosas que creaban una compleja confluencia entre las dos
corrientes. Esta variada topografía ha determinado la evolución urbana de Lyon.
Con el tiempo, la antigua Lugdunum
perdería su primacía a favor de la urbanización de la orilla derecha del Saona
y de la Presque’île (la “península”,
como la conocen los lioneses), que se
convirtieron en el magnífico centro de la ciudad preindustrial, formando un
conjunto que sería designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
Muchos
lioneses no se atrevían a cruzar los siniestros pasos bajo el ferrocarril y Perrache se convirtió en un foco de
marginalidad y en el núcleo principal de prostitución de la ciudad. Además, el
barrio albergaría dos cárceles contiguas (la prisión de Saint-Joseph obra de Louis-Pierre Baltard de 1831 y la de Saint-Paul proyectada por Antoine
Louvier en 1860). En 1926, la construcción del puerto de Rambaud en la orilla
izquierda del Saona, reforzaría el carácter industrial de Perrache.
El
barrio del mercado ofrece un conjunto de manzanas abiertas compuestas por
bloques exentos de altura variable que buscan conjugar la representatividad de
las torres con la intimidad ofrecida por los bloque bajos. Este sector conserva
algunos de los antiguos mercados integrándolos en las manzanas. Es el caso de
la experiencia piloto prevista para la manzana
A3 (îlot A3) que incorpora el
Mercado de las Flores (Halle aux fleurs).
El îlot A3 es la muestra del carácter
deseado para las manzanas, que se abren para ser recorridas interiormente, presentando
espacios de diferentes escalas con diversas propuestas de espacio urbano y
ajardinamientos. Los edificios proyectados llevan las firmas de arquitectos
como Herzog & de Meuron, Tatiana Bilbao, Manuel Herz Architekten ó
Christian Kerez. Michel Desvigne se encarga del diseño de los espacios
públicos.
Lugdunum, la colonia romana dispuesta sobre la colina
de la Fourvière.
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Lyon en 1745. La ciudad se encuentra en la orilla
derecha del Saona y en la península (que abarcaba aproximadamente desde las
plazas de Bellecour hasta la de Terreaux).
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Lyon continuaría
su crecimiento hacia la llanura oriental que acompaña al Ródano, pero un
ingeniero visionario, Antoine-Michel Perrache (1726-1779), alumbró una idea que
permitiría una ampliación considerable del centro urbano peninsular. Pensó en
la canalización del encuentro entre los dos cauces y en el relleno del interior
de los diques aprovechando la existencia de aquellas pequeñas islas (especialmente
la mayor de ellas, la antigua isla Mogniat).
Perrache visualizó un territorio urbano que facilitaría la construcción de un
nuevo puerto fluvial y potenciaría las posibilidades comerciales y económicas
de la ciudad. Para concretar su idea, el ingeniero creó una empresa, busco la
financiación y presentó su proyecto en el año 1766. Aunque tuvo que superar una
buena cantidad de trabas burocráticas, aquel sueño comenzó a materializarse en 1772.
Pero la muerte de Perrache, pocos años después, interrumpiría la obra. En 1779,
solamente el dique del Ródano y un primer puerto fluvial interior (gare d’eau) estaban realizados. La
hermana de Perrache continuó, como pudo, con las obras construyendo el primer
puente de la Mulatière en la punta
sur (entonces llamado Belle-Vue),
pero los acontecimientos históricos, y en particular la Revolución Francesa, volvieron
a paralizar el proyecto.
Evolución del barrio. Arriba propuesta original de
Perrache. En el medio la remodelación de 1826 con la gare d’eau circoagonal.
Debajo, plano de 1900.
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No obstante,
la ambiciosa intervención seguiría adelante, aunque con considerables
modificaciones al planteamiento inicial. Se aprobó un nuevo trazado urbano con
una retícula ortogonal y, sobre todo, sería determinante la intervención de los
hermanos Seguin, ingenieros y empresarios, que resultaron concesionarios de una
línea ferroviaria. Esta línea fue la Saint-Étienne-Lyon
que funcionaría a partir de 1828 (con la remodelación del puente de la Mulatière y la construcción del túnel
bajo el promontorio del mismo nombre). Asociada a ella se construyó la primera
estación de tren de Lyon, situada junto al puente de la Mulatière, que sería sustituida por la Gare du Bourbonnais en 1845. Igualmente se rediseñó el puerto
fluvial (sustituyendo a la gare d’eau
anterior) con sus espacios de carga y descarga, naves de almacenamiento,
industrias de transformación y mercados al por mayor. Así, a principios del
siglo XIX, aquellos extensos terrenos del sur peninsular serían el soporte para
la primera revolución industrial francesa, ubicándose allí, fábricas y
alojamientos obreros.
Hacia 1839, el nuevo barrio lionés estaría
prácticamente concluido y sería bautizado con el nombre de Perrache, en homenaje a su creador. El planteamiento urbano final
presentaría una punta peninsular triangular con un trazado urbano en cuadrícula
que se conjugaba con un brazo fluvial interior circoagonal. La articulación con
la ciudad preexistente se realizaba a través de un gran salón urbano, el cours
Verdun y de la Place Carnot que se abría a ese
espacio.
Lyon. Perímetro delimitado por la UNESCO como
Patrimonio de la Humanidad (línea roja). La línea verde engloba varias zonas
que también reciben un grado de protección especial.
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A pesar del diferente carácter del
norte burgués (Bellecour y Terreaux, el corazón de Lyon) y del sur
industrial y obrero que se estaba construyendo, la península ofrecía una cierta
integración urbana.
Pero la construcción de la estación ferroviaria principal de la ciudad (la Gare
de Perrache, diseñada por François-Alexis Cendrier en 1855 e inaugurada
en 1857 y dejaría fuera de uso a la Gare
du Bourbonnais), así como las vías férreas que llegaban y salían de ella,
cortarían transversalmente ese territorio en dos, aislando la zona de Perrache. Desde entonces el acceso al barrio
se realizaría por debajo de las vías, atravesando unos lúgubres túneles (las “bóvedas”)
que actuaban como “puertas” para un barrio que adquirió muy mala reputación.
Estación de Perrache con alguno de los túneles
(bóvedas) que daban acceso bajo las vías al barrio de Perrache
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Lyon cuenta
con un buen número de puentes que conectan sus diferentes orillas pero estos
cruces no existían en Perrache, que
se encontraba aislado (salvo el puente ferroviario de la Mulatière). Los primeros pasos para vehículos y peatones de la
zona sur fueron tendidos en 1849 prolongando el cours Verdun hacia
las orillas opuestas. La continuidad de ambos puentes, llevó a denominarlos inicialmente
de la misma manera, Pont Seguin. Ambos
puentes, fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, cuestión que
obligaría a levantar otros nuevos en el mismo lugar. Entre 1950 y 1959 el del
Saona (Pont Kitchener-Marchand) y entre 1962 y 1965 el del Ródano (Pont
Gallieni).
Perrache no dispondría de otras conexiones con
el resto de la ciudad hasta 1914, cuando con motivo de la Exposición Universal de
Lyon (desarrollada en el barrio de Gerland)
se construyó en la punta sur de la península una pasarela que acabaría
convertida en puente metálico en 1923 (Pont Pasteur). Destruido también por
los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, sería reconstruido en hormigón en
1952. Junto a este, las conexiones exigidas por la autopista A7 y la antigua línea
ferroviaria (Ponts de la Mulatière) serían los únicos cruces existentes.
En la década
de 1970, el trazado de las autopistas A6, que une Lyon y París, y A7, que
conecta Lyon con Marsella, tendría una afección muy importante para Perrache. Ambas vías se unen en el
límite septentrional del barrio, sobre el antiguo cours Verdun. Allí acometería la A6 (atravesando el túnel de la Fourvière, bajo la colina histórica de
Lyon) mientras que la A7 sigue la orilla derecha de Ródano marcando el límite
oriental del barrio. Su encuentro se
realizaría con la construcción de un gran edificio, el intercambiador (Centre
d'échanges de Perrache construido en 1976), un complejo de grandes
dimensiones y varios niveles que incluye además varias estaciones de transporte
(de autobuses, ferroviaria y de tranvías) y un aparcamiento para automóviles,
además de espacios comerciales, culturales y un jardín público en su cubierta.
Su construcción supuso la desaparición del gran salón urbano del cours Verdun y una nueva barrera urbana hacia
el sur Que aislaba, todavía más, el barrio de Perrache.
El cours Verdun antes (arriba, mirando hacia la Fourvière)
y después (debajo mirando en sentido contrario) de la construcción del intercambiador
de Perrache.
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A partir de
1938 se fue construyendo un nuevo puerto más al sur, en la orilla izquierda del
Ródano (Port Herriot). El aumento de la actividad de este iría parejo
al declive de las actividades del puerto de Rambaud.
La decadencia se aceleraría desde 1985, llevando al cierre del puerto de Rambaud en 1995 y a la desaparición de
la mayor parte de sus industrias. La península quedaba liberada de sus
servidumbres, cuestión que permitiría repensar su papel urbano.
Lyon-Confluence, el proyecto de reconversión del “centro descentrado” de
Lyon.
En ese mismo año
1995, el entonces alcalde de Lyon, Raymond Barre (quien había sido Primer
Ministro francés entre 1976 y 1981), decidió renovar aquella degradada parte
sur de la estrecha y larga península que acompaña el encuentro de los dos ríos.
La evolución urbana de Lyon
había colocado a Perrache en un lugar
central en la ciudad y esta no podía permitirse desprovechar sus
potencialidades. Para ello debía renovarse con un
amplio programa de usos mixtos, incluyendo residencia, comercio, oficinas,
instituciones, propuestas culturales y, por supuesto, mejorando la conectividad
con el resto de la ciudad. El proyecto (primero
denominado Mission Perrache y luego Lyon-Confluence) se enfrentaría a múltiples
vicisitudes pero Barre apostaría con fuerza por él, llegando a afirmar que si
Lyon abandonaba el proyecto de la Confluence,
“volvería a convertirse en una pequeña ciudad de provincias”.
Lyon. El barrio de Perrache en 1952.
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Para definir
la gran transformación urbana se convocó un concurso internacional sobre las
150 hectáreas disponibles. La competición fue fallada en 1997 a favor de la
propuesta presentada por Martorell,
Bohigas&Mackay (MBM), Thierry Melot y Catalina Mosbach. El proyecto del
equipo ganador confiaba en la manzana cerrada como estrategia urbana, generando
plazas y calles, entre las cuales destacaba una sinuosa avenida norte-sur
llamada a ser la arteria principal del barrio. También se proponía una nueva
relación con el agua circundante con una nueva dársena transversal al rio Saona
(con guiños a la desaparecida gare d’eau
circoagonal tanto espacialmente como con el diseño de un edificio cilíndrico),
la creación de una marina en el sur o el tratamiento de las orillas como
espacio ciudadano (planteando por ejemplo la reconversión urbana de la
autopista A7). La red de espacios públicos se completaba con un parque en la
punta meridional que acompañaría a una gran torre situada en ese lugar.
Imágenes del proyecto de Martorell, Bohigas&Mackay
(MBM), Thierry Melot y Catalina Mosbach.
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Oriol Bohigas
impartió en diciembre de 1999 tres conferencias en la Escuela de Arquitectura
de la Universidad de Navarra, cuyo contenido sería finalmente publicado por la
misma ETSAUN en 2003 con el título “Realismo,
urbanidad y fracasos”. En esas charlas, Bohigas hizo referencia a este
proyecto, comentando que “La ciudad de Lyon es una ciudad estupenda,
una ciudad que ha cuidado muy bien el espacio urbano. La gran tradición de Tony
Garnier y la presencia de unos alcaldes que van de Herriot a Noir y Barre
todavía cuenta en Lyon. Pero hay un problema importante en el punto de
confluencia de los dos ríos, el Saône y el Rhône, en el que se forma una península.
Es un área prácticamente vacía o en proceso de varios derribos. Puede ser el
lugar más bonito de la ciudad: dos bordes de rio, bien orientado, bien
comunicado. Está desocupado por varias razones. Primero porque lo atraviesan
dos ferrocarriles y dos autopistas y, después, porque hay escasísimos signos de
urbanidad, unos signos que, en cambio, son tan frecuentes y persistentes en el
resto de la ciudad.
Nuestro proyecto también fue
consecuencia de un concurso internacional. Propusimos una organización en
cuadrícula, con manzanas de ochenta por ochenta metros, con construcción
periférica y edificios de baja altura en el interior. Esta cuadrícula se
puntualizaba con algunos acontecimientos urbanos y arquitectónicos: un edificio
central importante, -un museo de la ciencia y un instituto de investigaciones científicas-
un puerto fluvial y un edificio previsto para los servicios de la Unión
Europea. Las calles no son espacios amorfos, aunque sean iguales y paralelas;
cada una se personaliza con la vegetación, con la clasificación circulatoria,
con algún signo monumental o funcional que marque la pertenencia al ámbito de
un sector identificado dentro del barrio.
Ahora este proyecto se encuentra en
una situación un poco difícil. En Lyon, en el año 2001 hay elecciones
municipales, y sólo con su anuncio ya han acordado no hacer nada ni tramitar
nada durante todo el año 2000. O sea, un año sabático. El silencio asegura la
anulación de la discusión pública y evita perder votos. Así es la política electoral
aunque se llame política democrática.”
Bohigas
intuía problemas y así fue. El delicado estado de salud de Barre no le permitió
concurrir a la convocatoria electoral que fue ganada por su antiguo colaborador
Gérard Collomb. El proyecto del equipo liderado por Bohigas fue acusado de poco
realismo, por no tener en cuenta alguna de las preexistencias y proponer
actuaciones que fueron calificadas como irrealizables (en particular la intervención
sobre la autopista, que no era una competencia municipal). Estas
consideraciones llevaron a un cambio de rumbo. El equipo original fue cesado y
se nombraron nuevos directores del proyecto al urbanista François Grether y al
paisajista Michel Desvigne.
La gran zona
de actuación se dividió en dos ZAC (Zone d'Aménagement Concerté, zona de desarrollo
concertado). La ZAC 1, también llamada “côté Saône” (Costa Saona), sería la asignada a Grether
y Desvigne. La ZAC 2 (“côté Rhône”, Costa
Ródano) sería concebida por Herzog & de Meuron (junto con Desvigne),
quienes resultaron vencedores en el concurso internacional convocado.
Lyon-Confluence. Fases.
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La primera fase, “Costa Saona”, intervenía sobre cuarenta y una hectáreas y supuso un cambio radical
en la concepción urbana de la zona. La propuesta del equipo de Bohigas se
apoyaba en los “recursos” urbanos tradicionales, dando protagonismo a los
espacios públicos, calles y plazas, que asumían la responsabilidad de la nueva
identidad de Perrache. El nuevo
diseño de Grether y Desvigne, en cambio, apostó por la potencia de la
arquitectura, y serían los nuevos edificios, encargados en muchos casos a arquitectos
muy reconocidos, los que proporcionarían las claves de la recuperación del
barrio y del espacio urbano. Este debate es un tema recurrente: ¿Puede la arquitectura
por si sola (como objeto autónomo) proporcionar la condición urbana al espacio?,
o, por el contrario, es necesario un planteamiento de conjunto que supedite a
la arquitectura a un modelo previo establecido desde el espacio público. En
cualquier caso, la ZAC 1 es una colección de arquitecturas, alguna de indudable
interés, pero queda por ver su capacidad para generar un verdadero espacio
urbano. Defensores y detractores de una u otra postura han escrito ríos de
tinta sobre esta primera fase de Lyon-Confluence.
La ZAC 1 de François Grether y Michel Desvigne con sus
principales edificios.
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La Costa Saona comenzó su materialización
en el año 2003, y la mayoría de las construcciones ya se encuentran finalizadas.
Comenzando por la imponente sede del
Consejo Regional del Departamento de Rhône-Alpes diseñada por Christian de
Portzamparc y que tuvo su primera asamblea en el verano de 2011, o por el
complejo comercial, de ocio y hotelero (Pôle de Loisirs et Commerces de Lyon-Confluence)
diseñado por Jean-Paul Viguier y que abrió sus puertas en el año 2012. A estas grandes
obras le siguieron otras como el espectacular Museo de las Ciencias (Musée
des Confluences) proyectado por los austriacos Coop Himmelb(l)au y que
fue inaugurado a finales del 2014, o la dársena fluvial (plaza náutica) que acoge (frente al
centro comercial comentado) las nuevas viviendas que han sido firmadas por
arquitectos como Massimiliano Fuksas ó MVRDV-Winy Maas. Finalmente cabe reseñar
los llamativos cubos naranja (edificio
de oficinas) y verde (sede de EuroNews),
proyectados por la oficina parisina Jakob+MacFarlane y que, incluso más que el
museo, se han convertido en los iconos de esta primera fase.
La segunda
fase, la “Costa Ródano”, ha sido
concebida por Herzog & de Meuron, con un espíritu diferente al que ha
dirigido la primera. La intervención afecta a treinta y una hectáreas con una
densidad mayor (420.000 metros cuadrados de edificabilidad). El sector se
organiza en dos zonas bien diferenciadas: por el norte, el “quartier du marché” (barrio del
mercado) que prolonga el característico y denso tejido urbano lionés, y en el
sur de la península, “Le champ” (el campo), un espacio mayoritariamente verde.
Imagen de la propuesta para la fase 2 (ZAC 2) de
Herzog&De Meuron.
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Perspectiva de la manzana A3 concebida por
Herzog&De Meuron.
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Imagen de la manzana A3 concebida por Herzog&De
Meuron.
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Por su parte,
le champ es un gran espacio verde
salpicado de arquitecturas que pretenden recordar el antiguo paisaje de
meandros que formaban las pequeñas islas en la confluencia de los dos ríos. Los
bloques de altura variable (de tres a siete plantas) acogerán usos mixtos.
Otros rasgos de
la ZAC 2 son la vía transversal (la transversale) que separa las dos
áreas internas comentadas cortando la trama ortogonal y que se prolongará por
pasarelas que cruzaran los dos rios hacia las orillas opuestas; también la
aspiración de reconvertir la A7 en un bulevar
urbano que permitirá el reencuentro del barrio con el río Ródano, separados
desde la década de 1970; o la explanada François Miterrand a
continuación de la dársena de la primera fase.
La poderosa
imagen de las nuevas construcciones ha vuelto a poner al barrio de Perrache en el mapa de Lyon, y se
esperan los avances de esta segunda fase. Pero además de estas grandes
propuestas reurbanizadoras, la parte más consolidada de Perrache también está sufriendo una remodelación importante, con
ejemplos como la nueva Place des Archives, inaugurada en
2010, o la reconversión de las antiguas cárceles de Saint-Paul y Saint-Joseph
en un nuevo campus universitario de la
Universidad Católica de Lyon (UCLy),
previsto apara acoger a 5.000 estudiantes (que tiene previsto comenzar a
funcionar en el actual curso 2015-16). Igualmente debe considerarse la
reconversión del transporte interior, con la potenciación del tranvía o la
conectividad del nuevo barrio con el resto de la ciudad, para lo cual se han
diseñado varios puentes. Sobre el río Ródano, el Pont des Girondins (conectando con la rue des Girondins en Gérland, todavía en proyecto) y el Pont
Raymond
Barre (que homenajea al antiguo alcalde y promotor inicial de Lyon-Confluence) que conecta desde 2013
el museo des Confluences y el Parc des Berges en la orilla opuesta.
También continúan en estudio las pasarelas de la vía transversal.
En cualquier
caso, el proyecto Lyon-Confluence
sigue avanzando con sus polémicas y sus debates sobre máximos y mínimos, pero
al margen de las controversias y sin conocer el resultado final, al que todavía
le quedan unos años, puede afirmarse que aquel
patito feo, oculto y denostado, se está transformando en un esplendoroso cisne,
que ha vuelto a ubicar a Lyon en el mapa de las grandes capitales
internacionales.
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