“Itinerarios para una
Arquitectura del Paisaje” ofrece los
contenidos principales de la asignatura que fue impartida en la Escuela de Arquitectura de la Universidad
CEU San Pablo de Madrid por José Antonio Blasco y Carlos Martínez-Arrarás. El
índice del contenido sirve de clave para su ordenación.
En esta entrega (III.2.)
se profundiza en la Taxonomía,
atendiendo a la clasificación de las plantas tanto desde criterios botánicos
como arquitectónicos.
III.2. Taxonomía, criterios botánicos y
arquitectónicos.
Clasificar los
seres vivos
La antigua clasificación de los seres vivos en dos grupos,
animales y plantas, se encuentra actualmente modificada como consecuencia de
los últimos descubrimientos biológicos. El sistema más aceptado presenta cinco
grandes grupos o reinos, y fue propuesto por R.H.Whitaker en 1959:
• Moneras (bacterias)
• Protoctistas (algas, protozoos,
mixomicetos, etc.)
• Hongos (setas, mohos, líquenes)
• Animales (invertebrados, vertebrados)
• Plantas (musgos, helechos, gimnospermas y angiospermas)”
Por lo tanto, lo que tradicionalmente se ha conocido como
una unidad denominada “reino vegetal”, en
realidad agrupaba organismos vivos muy diversos, que hoy forman tres reinos diferentes:
• Reino Protista (Algas)
• Reino Fungi (Hongos)
• Reino Plantae (Plantas)
Nuestro interés se centra en las Plantas.
El reino de las Plantas se divide en siete divisiones (phyla; singular: phylum):
• Bryophyta (briófitos, entre los que
destacan las clase de los musgos)
• Lycopodophyta, (licopodios)
• Filicinophyta, (helechos)
• Sphenophyta, (equisetos)
• Psilophyta
• Pinophyta(gimnospermas)
• Magnoliophyta (angiospermas)
Estos phyla suelen
agruparse, siguiendo un esquema tradicional, en dos grupos bien diferenciados:
las plantas inferiores o sin flores (los cinco primeros) y las plantas
superiores, portadoras de flores y semillas (el resto).
Nuestro interés se centrará en las plantas superiores.
Taxonomía botánica
Ante la
diversidad de la naturaleza, el hombre comenzó temprano a ordenar en categorías
semejantes todo lo que se manifestaba a su alrededor. Esta sistematización
alcanzó la madurez en el periodo ilustrado, en el que se sentaron las bases de
los métodos clasificatorios.
En
concreto, surge la Taxonomía, dentro de la Biología, como estudio de la
clasificación de los seres vivos según sus características de semejanza o
disparidad. La evolución de los métodos de investigación ha hecho más precisa
la clasificación, pero, en esencia, la base de distribución de los organismos
sigue atendiendo a sus características morfológicas.
La
Taxonomía parte de la realidad individual de una especie (conjunto de
individuos que presentan características comunes y pueden reproducirse entre sí
generando individuos similares). A partir de ahí, va agrupando las especies en
función de una serie de cuestiones comunes originando los "géneros".
La agrupación continuará: géneros en familias, estas en órdenes, los órdenes en
clases, las clases en divisiones y éstas en reinos.
Estas
agrupaciones pueden resultar para nosotros menos interesantes, aunque nos
permiten organizar nuestros "elementos". Más adelante veremos como la
arquitectura del paisaje realiza otras clasificaciones más prácticas
Lo que
sí es relevante para nosotros de la Taxonomía botánica es que a partir de estas
clasificaciones se obtiene el nombre de las especies que nos permitirá
identificarlas y comunicarnos sobre ellas. Cada especie tiene un nombre
botánico global para todo el mundo, de forma que pueda identificarse una
especie independientemente de que en cada zona reciba una denominación local, popular
y variable.
En cada
región recibe una denominación vulgar o
común propia de cada territorio. Por ejemplo, el pino
piñonero se llama así en muchas zonas de España, pero recibe otros nombres
dentro de nuestro territorio (por ejemplo pi
pinyoner, en Cataluña) y desde luego diferentes en cada idioma (stone pine en inglés, pin parasol en francés, etc.). Pero solo
recibe una denominación científica que
agrupa dos palabras latinas (con el añadido de unas iniciales que corresponden
al botánico que las describió y que para nosotros son prescindibles). Así, el pino piñonero es el Pinus Pinea L. La primera palabra designa el género, la segunda la especie
y la L. corresponde a Linneo.
Clasificación de las plantas superiores
(Espermatofitos)
Nuestro interés se centrará en las plantas superiores,
agrupadas bajo la denominación general de “espermatofitos” dada su reproducción
sexual (utilizan semillas para la reproducción)
Por su
relevancia morfológica nos interesa saber que hay especies que producen sus
semillas y las protegen dentro de un fruto (angiospermas) y especies que no las
protegen, dejándolas desnudas (gimnospermas)
• Gimnospermas
(denominadas Pinophyta), plantas cuyas
semillas están desnudas, no encerradas en un fruto.
Son fanerógamas (producen flores) y espermatófitas (producen
semillas), no se forman frutos y las semillas por tanto están desprotegidas.
Las flores siempre son unisexuales y generalmente están
agrupadas en conos (coníferas). Los conos con las flores femeninas, al madurar
se vuelven leñosos y constituyen las piñas (las piñas de las coníferas
contienen las semillas o piñones). Los conos con las flores masculinas son
pequeños y producen mucho polen.
Son fundamentalmente árboles (y algunos arbustos) y sus
hojas son persistentes prácticamente en
todos los casos.
La división Pinophyta se divide en cuatro grandes clases (Cycadopsida,
Ginkgopsida , Coniferopsida y Gnetopsida). Nuestro interés se centra en las
Coniferopsidas dentro de las cuales encontramos los órdenes
de las coniferales y de las taxales. Las coniferales agrupan varias familias destacando, por
ejemplo, las pináceas y las cupresáceas. Por último entre las pináceas
encontramos varios géneros: abies (abetos), pinus (pinos) o cedrus (cedros).
• Angiospermas,
también denominada Magnoliophyta,
son las plantas cuyas semillas se
encuentran en el interior de carpelos.
Son fanerógamas (producen flores) y espermatófitas (producen
semillas), sí forman frutos y las semillas por tanto están protegidas.
Las Agiospermas, a su vez comprenden las Monocotiledóneas
(Liliopsida) y las Dicotiledóneas (Magnoliopsida). La diferencia principal
entre estas dos es el número de hojitas o cotiledones de la semilla (uno o
dos). Pero existen otras diferencias:
Tema Monocotiledóneas
Dicotiledóneas
Cotiledones uno dos
Circulación de la savia haces
vasculares dispersos anillo
en el interior del tronco
Hojas tienen
los nervios paralelos los
nervios forman reticula
Nervio central no
se distingue existe
nervio central
Partes florales se
disponen en tríos con tres o seis pétalos
de 6 en 6, de 4 en 4
Leñosas pocas
leñosas y carecen de corteza muchas
leñosas y con corteza
Granos de polen tienen
un solo surco, o punto de germinación tres
surcos germinativos
La Clase Magnoliopsida (Angiospermas dicotiledóneas) son
hierbas, arbustos y mayoritariamente árboles. Podemos agruparlas en dos
categorías:
•
Dicotiledóneas herbáceas (plantas de jardín y huerto, rosáceas, leguminosas,
etc.)
• Dicotiledóneas
leñosas (árboles y arbustos, latifolios (frondosas) caducos o perennes)
La Clase Liliopsida (Angiospermas monocotiledóneas) son
plantas generalmente herbáceas, rara vez leñosas, nunca con crecimiento
secundario típico, pero algunas veces con un tipo especial de crecimiento
secundario con formación de haces vasculares completos y tejido de crecimiento
asociado en el tallo.
Son en definitiva hierbas, arbustos y pocos árboles, de los
que nos interesan los siguientes:
• Palmáceas
• Gramíneas,
juncos y cañas
• Variedades de
plantas monocotiledóneas (Orquidáceas, Liliáceas, etc.)
Relación entre la Taxonomía Botánica y la
clasificación arquitectónica de las plantas
La taxonomía botánica no resulta clarificadora para la
Arquitectura del Paisaje. El tratamiento arquitectónico de las plantas,
implica, en primer lugar, su consideración como elementos capaces de configurar
espacios, y como consecuencia de ello, es más importante para nosotros la
denominada “clasificación arquitectónica” que agrupa las diferentes especies en
función de sus características formales.
La más relevante de las características formales es el
tamaño, y gracias a él, categorizamos el mundo de las plantas en tres grupos.
No obstante, esta clasificación también presenta similitudes botánicas.
Si olvidáramos el rigor de una clasificación sistemática
podríamos agrupar las plantas superiores (espermatofitos) en las tres
categorías siguientes:
• Hierbas y plantas
• Arbustos, y
• Arboles
Esta clasificación, que está determinada por el tamaño y la
forma de las especies (algo muy relacionado con nuestro interés), empieza
clarificarnos los elementos con los que vamos trabajar.
No obstante podemos (y debemos) conjugar la sencillez de
planteamientos como el anterior con el rigor taxonómico, puesto que nos ayudará
a comprender las características de cada especie.
En este momento podemos formular nuestra clasificación
intuitiva y agrupar los géneros anteriores en función de la misma:
HIERBAS
•
Gramíneas
•
Plantas de flor (monocotiledóneas y dicotiledóneas)
ARBUSTOS
•
Coníferas arbustivas
•
Latifolios perennes (o persistentes)
•
Latifolios caducos
ARBOLES
•
Coníferas
•
Palmáceas
•
Latifolios perennes (o persistentes)
•
Latifolios caducos
Para la conformación espacial sigue siendo válida esta
tradicional clasificación de las plantas por tamaños, entre hierbas, arbustos y
árboles.
A partir de aquí, diferenciamos tres niveles de actuación (o
estratos de ajardinamiento) con referencia al punto de vista del observador y
al porte de las especies.
• Nivel 1
(estrato inferior o especies sin porte o de porte bajo), compuesto por especies
herbáceas y plantas de flor que presentan aproximadamente un porte de hasta 40
cm.
• Nivel 2
(estrato medio o especies de porte medio), compuesto por los arbustos que
superan el porte anterior y llegan aproximadamente hasta los 3 m. de altura
• Nivel 3
(estrato superior o especies de porte alto), compuesto por los árboles,
superando los 3 m. de altura.
El NIVEL 1 (estrato inferior o bajo), corresponde con las especies sin
porte o de porte bajo y nos traslada a la jardinería de superficie. Ésta que
puede ser horizontal (actuando sobre suelos) o vertical (actuando sobre muros o
pilares). En general se admite que en este nivel se encuentran las especies que
no sobrepasan los 40 cm. de altura.
Generalmente son herbáceas (especialmente las cespitosas o
plantas de flor de temporada) aunque también podemos encontrar pequeños
arbustos (trepadoras, etc.). En general su tallo no es leñoso.Las plantas
herbáceas son interesantes ornamentalmente debido su espectacular floración con
aportación de gran colorido a los jardines, como contrapartida se encuentra la
necesidad de muchos cuidados y su breve vida (las anuales cumplen su ciclo
vital en una temporada y las vivaces pierden la parte aérea en invierno y
rebrotan en primavera)
Su misión principal es la de revestir superficies.
El NIVEL 2
(estrato medio), nos remite a especies con portes medio y bajo (arbustos)
caracterizadas por la ramificación leñosa desde la base. Suelen encontrarse
entre los 40 cm. y los 3 metros de altura aproximadamente.
Este nivel tiene varias responsabilidades desde el punto de
vista compositivo: algunas de carácter estructural en la composición, como la
delimitación de espacios o la corrección visual de niveles del terreno, o de
carácter ornamental.
El NIVEL 3
(estrato superior), implica a las especies de porte alto (árboles). Su rasgo
más característico es la presencia de un tallo leñoso hasta la cruz en la que
se abre el ramaje. En general superan los 3 m. de altura. De la misma forma que
en el nivel anterior, tienen responsabilidades estructurales y ornamentales.
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