Las tres ciudades, Chandigarh, Brasilia e Islamabad
según los planos originales de sus autores, Le Corbusier, Costa y Doxiadis.
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Quizá la etiqueta funcionalista
sea la más aceptada por la comunidad historiográfica para referirse al modelo
de ciudad surgido del movimiento moderno
del siglo XX. Pero además de Ciudad Funcionalista, también se conoce como
Ciudad del Movimiento Moderno o Ciudad Moderna, e igualmente como Ciudad
Racionalista. Estos adjetivos, se suelen utilizar como sinónimos cuando, en
realidad, ofrecen matices que los diferencian.
El calificativo funcionalista privilegia el punto de vista
fisiológico. La referencia al Movimiento Moderno, en cambio, entronca con una
tradición estilística más preocupada por la expresión formal. Por último, el
Racionalismo, utilizado como epíteto, hace referencia a una actitud que busca
destacar los aspectos estructurales y sus patrones de organización y
crecimiento.
Chandigarh, Brasilia e Islamabad son tres hitos urbanos
creados a mediados del siglo XX y reconocidos como cumbres del funcionalismo. Las tres ciudades, son ciudades de autor, y
cada una de ellas, expresa la visión de su creador, particularizando un enfoque
diferente en cada caso.
Chandigarh (la ciudad
desde la Función) fue planteada por Le Corbusier como un organismo ,
preocupándose de su funcionamiento (aunque la arquitectura corbusierana destaque
sobre este primer objetivo); Brasilia
(la ciudad desde el Arte), diseñada por Lucio Costa y Oscar Niemeyer, será
la ciudad más poética y expresiva, tanto por su trazado personalísimo como por
su espectacular arquitectura; mientras que Islamabad
(la ciudad desde el Método), concebida por Constantinos Doxiadis, verá primadas
sus pautas estructurales, de hecho, Doxiadis se limitó al trazado del máster
plan y la arquitectura fue desarrollada por muchos autores.
La radicalidad de sus planteamientos las convirtió en
paradigmas de un modelo de ciudad, tan admirado como denostado.
La triada de la Ciudad Funcional:
Chandigarh, Brasilia e Islamabad.
Las tres ciudades presentan muchos
puntos en común aunque también diferencias que las distinguen.
Son tres ciudades iniciadas en la misma época, la década de 1950: Chandigarh
en 1951, Brasilia en 1956 e Islamabad en 1959.
Las tres comparten su misión
fundamental, convertirse en capitales.
La primera de una región (Punjab en India) y las dos últimas de países (Brasil
y Pakistán). Esta justificación llevó a la creación de grandes complejos
administrativos, que se convertirían en imagen exterior de las mismas.
Las tres comparten la filosofía funcionalista para la ciudad. La
estructuración a partir de sectores, la especialización funcional de cada uno
de ellos, la importancia de la jerarquía viaria con predominio del tráfico
rodado, la autonomía de la arquitectura y la creación de un espacio urbano
difuso, carente de carácter propio, son alguno de sus rasgos más
característicos.
Las tres son ciudades de autor, planteadas desde la impronta de un creador
determinado: Chandigarh de Le Corbusier, Brasilia de Lucio Costa y Oscar
Niemeyer e Islamabad de Constantinos
Doxiadis. Esta particularidad, origina también sus diferencias de enfoque. En
Chandigarh, Le Corbusier aplicará sus teorías funcionales privilegiando este
punto de vista. En Brasilia, Costa y Niemeyer insistirán en las componentes estilísticas y
finalmente, en Islamabad, Doxiadis proclamará las virtudes de la concepción
sistémica.
Charles Édouard
Jeanneret, Le Corbusier (1887-1965)
es uno de los arquitectos que habitan en el Olimpo del Movimiento Moderno. La
profundidad de su teoría, la brillantez de sus realizaciones, así como su
activismo combativo a favor del nuevo estilo, lo encumbraron como uno de los
personajes más influyentes de la arquitectura del siglo XX. Le Corbusier explicaba
su ciudad como si fuera un cuerpo humano, con diferentes órganos
especializados en una función principal. Aquí la cabeza, allá el corazón, en
esta parte los intestinos, el sistema circulatorio, etc. Esta zonificación, en
la que cada área desarrolla una función específica separada del resto, fue uno
de los atributos que caracterizaron la visión urbana del Movimiento Moderno, y
aunque las tres ciudades participan de esta concepción segregacionista, es
Chandigarh la más radical al aplicar las cuatro funciones esenciales según la
teoría corbusierana: vivir, trabajar, circular y disfrutar.
Lucio Costa (1902-1998)
y Oscar Niemeyer (1907-2012) hicieron de
su propuesta para Brasilia un canto poético a la arquitectura y a la
singularidad de su trazado. La personalidad de su planteamiento (tantas veces
comparado con pájaros o aviones) o la extraordinaria arquitectura de Niemeyer,
traspasó el ámbito especializado llegando a la opinión pública internacional, hasta
convertir a Brasilia en el emblema de la ciudad moderna.
Para la planificación de Islamabad se contó con Constantinos Doxiadis (1913-1975). Sus
teorías urbanas tuvieron mucha repercusión en las décadas de 1950 y 1960, en
las que el arquitecto griego alcanzó un gran reconocimiento internacional,
realizando grandes intervenciones urbanas en países muy diversos de África,
Asia y América. Doxiadis elaboró una teoría sobre los asentamientos urbanos que
denominó Ekística. La Ekística se presentaba como una nueva
ciencia de carácter multidisciplinar, cuyo objeto serían las ciudades y
territorios, con un enfoque abiertamente sistémico. Doxiadis, que criticó
abiertamente los planteamientos de Chandigarh y Brasilia por ser excesivamente
concretos y cerrados, apostó, para su ciudad, por una estrategia más que por
una formalización determinada. Islamabad debía ser un sistema abierto, una
ciudad dinámica (dinápolis) que se
basaría en unas pautas de generación urbana, sin determinar la arquitectura que
albergaría.
Chandigarh |
Chandigarh, la ciudad desde la Función
Le Corbusier no pudo resistirse. Parece que, a esas alturas
de su vida, con 64 años, estaba decidido a retirarse para dedicar todo su
tiempo a la pintura y la escritura. Pero la propuesta de diseñar una nueva
ciudad fue absolutamente irresistible, aunque ésta estuviera en la otra parte
del mundo. Por fin podría poner en práctica todas las teorías que llevaba
tantos años predicando.
La razón del encargo fue consecuencia del final de la colonización
británica del Indostán, que se produjo en 1947 y fue muy convulso. Las
discrepancias religiosas entre hindúes y musulmanes provocaron su separación
física, naciendo dos países, India y Pakistán. Éste, a su vez, quedaba formado
por dos partes desconectadas, occidental y oriental (la parte oriental se
independizaría en 1971, pasando a denominarse Bangla Desh). Con la segregación,
la región del Punjab quedó dividida en dos partes, una india y otra pakistaní,
y su capital histórica, Lahore, quedó dentro de Pakistán. Esta circunstancia
obligó a Nehru, primer ministro indio, a buscar una nueva capital para esa
región, tomando la decisión de fundar una ciudad para ello. Así nació
Chandigarh, que sería la nueva capital del Punjab indio (actualmente, es también
capital de la región contigua de Haryana, para lo cual, el gobierno central la
designó como Territorio de la Unión y poder así, albergar la sede de los dos
gobiernos).
El planteamiento inicial se encargó a Albert Mayer (1897-1981),
arquitecto y urbanista norteamericano que tenía relación con Nehru. Pero la
muerte, en un accidente aéreo, de su colaborador y director del equipo de
diseño, Matthew Nowicki (1910-1950), trastocó
el proceso. En 1951, Mayer se apartó del
proyecto y fue sustituido por Le Corbusier (1887-1965), quien contó para el
desarrollo de la nueva ciudad con el matrimonio inglés foramdo por Maxwel Fry
(1899-1987) y Jane Drew (1911-1996), junto a su primo Pierre Jeanneret (1896-
1967).
Chandigarh. Sectores residenciales. |
El plan de Chandigarh se diseñó para acoger una población de
500.000 personas. Se estructuró a partir de una retícula ortogonal que
originaba grandes rectángulos, los sectores, claves en el funcionamiento de la
ciudad. Cada sector es un rectángulo cuyas dimensiones son media milla por tres
cuartos de milla (800 metros por 1.200 metros) y queda definido por vías que lo
rodean. Los sectores, proyectados para densidades bajas, tienen capacidad para
proveer las necesidades diarias de sus ciudadanos, que pueden variar, según los
casos, entre 5.000 y 10.000 personas. Su
interior se encuentra fuertemente discriminado en función de la “categoría” de
los futuros residentes. Cada sector se encuentra atravesado centralmente por
una franja verde longitudinal, que los enlazan sin interrupción y tienen como misión acoger
las escuelas, zonas deportivas, paseos e instalaciones recreativas. En los
cruces de estas bandas peatonales con el viario se encuentran las paradas del
transporte público (autobús).
La estructura viaria de Chandigarh se basó en la teoría de
Le Corbusier conocía como “las 7V”, en la que jerarquizaba las vías urbanas en
función de su importancia, tráfico y velocidad. Así las V1 serían las grandes vías
interurbanas que conectan Chandigarh con otras ciudades; V2, los grandes
bulevares y arterias principales; V3, las vías rápidas que definen los
sectores; V4, las calles comerciales; V5, las calles interiores de cada barrio;
V6, las vías de acceso a la arquitectura y V7, las calles peatonales
(posteriormente se añadió en Chandigarh una V8, para bicicletas).
Chandigarh. Evolución de la arquitectura |
Le Corbusier organizó el funcionamiento de la ciudad como un
cuerpo, recalcando la fisiología urbana con una zonificación radical entre las
cuatro funciones esenciales según su teoría: vivir, trabajar, circular y
disfrutar. La “cabeza”del organismo sería el Capitol Complex (sector 1), lugar donde se encuentran las grandes
obras maestras arquitectónicas de la ciudad (el Secretariat, la High Court
y la Legislative Assembly). Su
corazón se encontraría en el City Centre
(sector 17), el sistema circulatorio estaría formado por las vías, o las vísceras,
siguiendo con la analogía, albergarían la zona industrial. Las áreas
residenciales protagonizan la mayoría de
los sectores y en ellas se puede apreciar la evolución de una arquitectura
importada, que en muchos casos se alejaba de la tradición hindú.
Brasilia, la ciudad desde el Arte
Brasilia es una obra de arte. Y seguramente no es fácil de
habitar. Su extraordinaria zona monumental, la rigidez del planeamiento o la
radicalidad de sus propuestas no deben resultar fáciles para los ciudadanos.
El traslado de la capital de Brasil a una zona del interior del
país era una idea acariciada desde hacía mucho tiempo. Ya se hablaba de ello en
1879 y la idea quedó incluida en la Constitución de 1891. Pero no sería hasta
1956, bajo la presidencia de Juscelino Kubitscheck, cuando se materializaría.
El lugar elegido fue la altiplanicie de Goias, en el Planalto Central, a más de mil metros de altitud, en el corazón de
una región pobre y, en gran parte, virgen.
La decisión tuvo diferentes razones. Se buscaba integrar en
la economía nacional a las regiones interiores más desfavorecidas, y también
descongestionar la costa, densamente poblada. Y de paso, se logró acabar con la
rivalidad y las tensiones entre Rio de Janeiro (capital hasta entonces) y Sao
Paulo.
Se convocó un concurso en el que fue seleccionada la
propuesta de Lucio Costa, que destacaba sobre las demás por su personalidad y unidad
de concepción. Oscar Niemeyer (artífice y jurado del concurso) se incorporaría
al desarrollo de la capital firmando su espectacular arquitectura.
Brasilia |
A Costa y Niemeyer les unía una relación desde hacía tiempo.
En 1930, un joven Costa fue llamado, para dirigir y renovar la Escola Nacional de Belas Artes de Rio de
Janeiro. Allí comenzó a introducir la modernidad, implantando la Arquitectura
Moderna. Costa se convirtió en el “guía” de una nueva generación de arquitectos
modernos. Uno de sus alumnos fue otro joven, Oscar Niemeyer, que entraría posteriormente
a trabajar en el estudio de Costa.
Años después, el presidente Kubitscheck llamaría a Niemeyer
para dirigir el proceso de creación de la nueva capital y éste organizó el
concurso que ganó su amigo y ex jefe. Costa se encargaría del plano urbano (plano
piloto) y Niemeyer de la arquitectura.
Lucio Costa se irritaba ante los comentarios que indicaban
que, la inspiración de su trazado, era un pájaro o un avión. Siempre respondía
que era una idea absurda como concepción de base y recordaba que, ya puestos a
imaginar, también podría sugerir a una libélula o un arco y una flecha. Como él
mismo explicó, la base de la ciudad reside en la potencia significante de dos ejes
que se cruzan para señalar un lugar y, en todo caso, estaba dispuesto a asumir
la referencia de la señal de la cruz (que podría aludir a un Brasil de pasado
colonial y católico). Costa expresó en unos croquis sencillos, cómo a partir de
esa cruz inicial, uno de los ejes se curvaba para adaptarse al terreno y como
esas dos directrices se fueron complejizando conforme iban albergando funciones
y espacios.
No obstante, la analogía popular (sea avión o pájaro)
permite explicar la ciudad con facilidad.
Brasilia. Eje monumental. Explanada de los MInisterios, con la plaza de los Tres Poderes al fondo. |
El eje rectilíneo (este-oeste)
es el gran eje monumental, (el cuerpo o la flecha de las analogías) en el
que se encuentran, por el este, la Esplanada
dos Ministérios, y la Praça dos Três
Poderes (con los tres edificios que los representan: el legislativo con el Congresso Nacional, el ejecutivo con el Palacio do Planalto y el judicial con el
Supremo Tribunal Federal). Por el
oeste, el eje se remata con la estación de ferrocarril.
El eje curvo
(norte-sur) tiene como directriz central la gran vía rodada (eixe rodoviario) (las alas o el arco
de la analogías) de más de quince kilómetros y sobre la que se apoyan las
manzanas residenciales y se distribuyen los equipamientos comerciales y
sociales.
Brasilia. Eje curvo residencial. |
En el cruce de ambos ejes se encuentra el intercambiador de
transporte público (estación de autobuses. Finalmente, por el oeste aparece la “cuerda”
del arco, que es una tercera avenida
(norte-sur) que enlaza diferentes áreas industriales (y alberga la referida estación
ferroviaria en su cruce con el eje monumental).
Brasilia fue proyectada pensando en la escala del tráfico
rodado, en la que las grandes distancias y espacios abiertos dejan sin
referencias próximas a sus ciudadanos. Esta circunstancia es una de las
críticas más habituales que recibe.
Finalmente, en 1960, Brasilia, la nueva capital, sería
inaugurada.
No obstante, Brasilia es, en realidad, una ciudad múltiple.
Su construcción, en un territorio casi virgen, supuso desplazar mucha mano de
obra que era necesario alojar. Este fue el inicio de otras Brasilias paralelas que nada tenían que ver con la noble y elitista
ciudad capital, la del Plano Piloto
de Costa. En primer lugar surgió la denominada Cidade Livre, levantada para los obreros de la construcción de una
forma espontánea e informal con gran proporción de infraviviendas y a una
distancia suficiente de la ciudad “oficial”. Lo que inicialmente tenía un
carácter provisional se fue consolidando y su crecimiento desordenado sumado a
las oleadas de inmigración que comenzaban a llegar, recomendaron tomar cartas
en el asunto, preparando nuevas ciudades satélites a distancias entre 25 y 70
kilómetros del centro. Estos barrios “ocultos”, extraordinariamente vitales han
sido capaces de generar un área metropolitana muy particular en la que la
Brasilia planificada solamente es un centro político y turístico, habitado por
las clases privilegiadas. Esta estratificación social (y económica) ha sido
otra de las críticas más repetidas.
Islamabad, la ciudad desde el Método.
La creación de Pakistán en 1947 iniciaba, para el nuevo
país, una historia llena de conflictos, tanto externos como internos.
En 1958, el general Mohammed Ayud Khan derrocó a Iskandar
Mirza, proclamándose nuevo presidente de Pakistán. Tuvo que vencer
resistencias, en particular de algunas de las grandes ciudades, como Karachi. Karachi,
ciudad portuaria, era la capital y se encontraba muy congestionada, por lo que
la idea de trasladar la capital a otro lugar se llevaba acariciando varios
años. Por todo ello, una de las primeras decisiones de Ayud Khan fue la de trasladar
la capital, pretendiendo crear con ese fin una ciudad nueva y moderna, en un
emplazamiento estratégico (que sería el eje Delhi-Kabul), alejada de la
conflictividad de las existentes y que anunciaría un orden nuevo, facilitando el
asentamiento del naciente régimen.
Islamabad, la “morada de los dioses”, se levantó en el norte
del país, en la planicie de Potwar. La ubicación concreta fue una antigua zona
agrícola al sur de las colinas de Margalla, a unos kilómetros al noroeste de
Rawalpindi, ciudad leal a Ayud Khan donde se encontraba el cuartel general de
las fuerzas armadas paquistaníes (Rawalpindi ejercería de capital temporal
desde 1959).
Para la planificación de Islamabad se contó con Constantinos
Doxiadis, el célebre arquitecto y urbanista griego.
Islamabad. Los 5 sectores. Los I y II de colores naranja y violeta. |
El territorio de Islamabad se distribuye en cinco grandes áreas
(I, II, III, IV y V). Las áreas I y II son urbanas, y forman un triángulo, en
cuyo vértice superior se sitúa el centro gubernamental, como fondo del eje
principal de la ciudad, paralelo a las colinas. La III incluye las colinas de Margalla y el Margalla Hills National Park, con el Lago Rawal. Las IV y V son
areas ruralizadas.
Las dos
primeras áreas, I y II, se componen de sectores cuadrangulares que se
identifican con una matriz de letras y cifras (desde la A hasta la I y desde el
1 hasta el 17, comenzando por el este) (La
prolongación de la serie alfabética, desde la J hasta la O, tenía la intención
de envolver, en un futuro, a la ciudad antigua de Rawalpindi). Las
series más desarrolladas se encuentran a partir de la D y en particular las F y
G que son fundamentalmente residenciales. El
F-9 alberga el Fatima Jinnah Park (y
el moderno complejo Centaurus se está
construyendo en el F-8). La
serie H tiene una vocación docente y de salud, mientras que la serie I es
industrial (excepto el sector I-8 que es residencial).
Islamabad, con los sectores cuadrangulares y su prolongación sur, que debía envolver Rawalpindi. |
Cada sector cuadrangular de Islamabad (denominado Community Class V por Doxiadis) es
autosuficiente para satisfacer las necesidades de la vida cotidiana. Estos
sectores ocupan una superficie cuadrada de 2.000 yardas de lado
(aproximadamente 1,8 kilómetros) para dar cabida a una población variable entre
los 20.000 y 40.000 habitantes según los casos. En el centro del sector se
localizan los equipamientos necesarios como centros de actividad cívica,
centros comerciales y de negocios. Los sectores se dividen en tres o cuatro
áreas de menor escala (Community Class IV)
y éstos siguen su proceso subdividiéndose en Community Class III y éstos en Community
Class II.
Islamabad. Eje principal |
Islamabad y Rawalpindi debían actuar, según el planteamiento
de Doxiadis, como “ciudades gemelas”, aunque cada una con una vocación
principal, que las haría complementarias. Islamabad sería la ciudad política y
cultural, y Rawalpindi, la comercial e industrial. Cada una disponía de un
patrón y dirección de crecimiento, como debía correspondera ciudades que iban a
desarrollarse de forma sustancial en el futuro. Además, la pauta reticular de
Islamabad envolvería y transformaría, gracias a su racionalidad, el crecimiento
de Rawalpindi, hasta entonces orgánico. Pero las previsiones de Doxiadis no se
cumplieron. Islamabad no consiguió extender su trama racional. Más bien al
contrario, es la trama espontánea de esta ciudad la que ha invadido zonas
previstas en el crecimiento de Islamabad rompiendo la superioridad prevista por
Doxiadis para su planteamiento.
Por otra parte, fueron diferentes arquitectos los que irían
edificando los grandes equipamientos, destacando profesionales como Gio Ponti (Foreign Office), Kenzo Tange (Supreme Court of Pakistan) o Edward
Durrell Stone (Palacio Presidencial,
Embajada Norteamericana)
buena sintesis de las tres ciudades!! :)
ResponderEliminarExcelente análisis comparativo!
ResponderEliminarGran trabajo, gracias.
ResponderEliminarFlag of Pakistan
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