Londres / London. Greenwood's Map. 1827 |
En ocasiones, los caprichos del poder político ponen en marcha mecanismos que acaban produciendo transformaciones históricas. Algo así sucedió en el Londres de principios del siglo XIX, cuando el Príncipe de Gales, el futuro Jorge IV, famoso por sus escándalos personales, tuvo el antojo de construirse un palacio.
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Recordemos que el rey de Inglaterra, Jorge III, se retiró de la vida política en 1811 a causa de una enfermedad mental. Esta circunstancia permitió a su hijo actuar como Príncipe Regente, hasta la muerte de su padre, cuando accedería al trono como Jorge IV para reinar en Inglaterra entre 1820 y 1830.
Pero, en esos años, el futuro rey era solamente el Príncipe Regente, y su padre todavía era el rey de Inglaterra y por lo tanto seguía disfrutando de todo los privilegios del monarca, incluida la residencia real.
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Recordemos que el rey de Inglaterra, Jorge III, se retiró de la vida política en 1811 a causa de una enfermedad mental. Esta circunstancia permitió a su hijo actuar como Príncipe Regente, hasta la muerte de su padre, cuando accedería al trono como Jorge IV para reinar en Inglaterra entre 1820 y 1830.
Pero, en esos años, el futuro rey era solamente el Príncipe Regente, y su padre todavía era el rey de Inglaterra y por lo tanto seguía disfrutando de todo los privilegios del monarca, incluida la residencia real.
Nada más ser nombrado Regente, el Príncipe de Gales decidió poner en marcha ese deseo acariciado durante largo tiempo. Como heredero de la corona, habitaba la Carlton House, residencia que según su criterio no respondía a sus “necesidades” ni estaba a la altura de su “status”. Por ello, tuvo la idea de construirse un palacio de recreo en los terrenos reales de caza de Marylebone, situados en la, entonces, periferia norte de Londres.
El problema era que no tenía dinero suficiente. Ni poder para utilizar otros recursos. Como consecuencia de la necesidad financiera surgió la ingeniosa idea de vincular la operación a la existencia de otros interesados, privados, que estarían encantados en poder fijar su residencia en la vecindad del Regente y futuro rey.
La fórmula era aparentemente sencilla. El Príncipe cedería parte de los terrenos reales de Marylebone para la construcción de viviendas, cuya venta produciría los réditos necesarios para financiar, el palacio y la calle que le daría acceso. Y también se construiría un parque que, además de servir para el disfrute del Regente, contaría con una parte pública que ayudaría a incrementar el atractivo de las futuras viviendas en un Londres excesivamente denso. No obstante, su activo principal sería estar cerca del que sería el nuevo centro de la vida cortesana, el Palacio del Regente.
El capricho acabaría teniendo consecuencias. Primero trazando Regent´Street, la calle que uniría la residencia oficial en ese momento del Príncipe Regente (Carlton House) con el nuevo palacio. Segundo, creando Regent´s Park como espacio público de la ciudad.
Esa decisión frívola acabaría justificándose, ya que ayudó a solucionar, sin pretenderlo, situaciones conflictivas, como las necesidades de una burguesía en imparable ascenso que buscaba espacios propios de representación alejándose de la tensión social existente con el proletariado naciente.
Estas viviendas, por tanto, estarían destinadas a las clases altas de la sociedad londinense (que podrían pagar su precio). El parque dispondría de zonas privadas para la construcción de algunas mansiones para la nobleza y, de paso, serviría de articulación (y cierta separación) entre el ámbito de la nobleza y el de la burguesía, que aunque alta, no era aristocrática. Rodeando el Parque se ubicarían las viviendas para la alta burguesía, las Terrrace Houses, que deberían ser suficientemente atractivas y arquitectónicamente singulares.
El diseño de las Terraces Houses, Regent´s street y el trazado del Parque fueron obra de John Nash. Nash era el arquitecto oficial del momento y sus edificios, bajo el influjo palladiano, caracterizan el periodo georgiano de la arquitectura residencial urbana inglesa. Las Terraces Houses son el resultado de la agrupación de varias casas entre medianeras.
La idea del Regente no se llegó a completar tal como estaba prevista, puesto que el palacio y varias de las mansiones proyectadas no se llegaron a ejecutar nunca. El carácter voluble del Regente se manifestó una vez más cuando, al ser coronado rey de Inglaterra como Jorge IV, pudo trasladar su residencia a Buckingham Palace, olvidándose de la Carlton House (que fue demolida) y del Palacio de Verano, que nunca llegó a construirse.
Pero no todo quedó en el olvido. La calle del Regente (Regent´s Street) se realizó, convirtiéndose en la referencia de calle para la ciudad moderna, en cuanto a figuración, dimensiones y trazado. También, con el tiempo, surgió el Parque del Regente (Regent´s Park) inaugurando una concepción de parque público. Las innovadoras viviendas previstas (Terraces Houses) fueron construyéndose y, además de reconfigurar el norte de Londres, generaron un nuevo modelo residencial para el futuro.
Y, finalmente, el procedimiento utilizado, abrió la puerta para un nuevo mercado, el inmobiliario.
El problema era que no tenía dinero suficiente. Ni poder para utilizar otros recursos. Como consecuencia de la necesidad financiera surgió la ingeniosa idea de vincular la operación a la existencia de otros interesados, privados, que estarían encantados en poder fijar su residencia en la vecindad del Regente y futuro rey.
La fórmula era aparentemente sencilla. El Príncipe cedería parte de los terrenos reales de Marylebone para la construcción de viviendas, cuya venta produciría los réditos necesarios para financiar, el palacio y la calle que le daría acceso. Y también se construiría un parque que, además de servir para el disfrute del Regente, contaría con una parte pública que ayudaría a incrementar el atractivo de las futuras viviendas en un Londres excesivamente denso. No obstante, su activo principal sería estar cerca del que sería el nuevo centro de la vida cortesana, el Palacio del Regente.
El capricho acabaría teniendo consecuencias. Primero trazando Regent´Street, la calle que uniría la residencia oficial en ese momento del Príncipe Regente (Carlton House) con el nuevo palacio. Segundo, creando Regent´s Park como espacio público de la ciudad.
Esa decisión frívola acabaría justificándose, ya que ayudó a solucionar, sin pretenderlo, situaciones conflictivas, como las necesidades de una burguesía en imparable ascenso que buscaba espacios propios de representación alejándose de la tensión social existente con el proletariado naciente.
Estas viviendas, por tanto, estarían destinadas a las clases altas de la sociedad londinense (que podrían pagar su precio). El parque dispondría de zonas privadas para la construcción de algunas mansiones para la nobleza y, de paso, serviría de articulación (y cierta separación) entre el ámbito de la nobleza y el de la burguesía, que aunque alta, no era aristocrática. Rodeando el Parque se ubicarían las viviendas para la alta burguesía, las Terrrace Houses, que deberían ser suficientemente atractivas y arquitectónicamente singulares.
El diseño de las Terraces Houses, Regent´s street y el trazado del Parque fueron obra de John Nash. Nash era el arquitecto oficial del momento y sus edificios, bajo el influjo palladiano, caracterizan el periodo georgiano de la arquitectura residencial urbana inglesa. Las Terraces Houses son el resultado de la agrupación de varias casas entre medianeras.
La idea del Regente no se llegó a completar tal como estaba prevista, puesto que el palacio y varias de las mansiones proyectadas no se llegaron a ejecutar nunca. El carácter voluble del Regente se manifestó una vez más cuando, al ser coronado rey de Inglaterra como Jorge IV, pudo trasladar su residencia a Buckingham Palace, olvidándose de la Carlton House (que fue demolida) y del Palacio de Verano, que nunca llegó a construirse.
Pero no todo quedó en el olvido. La calle del Regente (Regent´s Street) se realizó, convirtiéndose en la referencia de calle para la ciudad moderna, en cuanto a figuración, dimensiones y trazado. También, con el tiempo, surgió el Parque del Regente (Regent´s Park) inaugurando una concepción de parque público. Las innovadoras viviendas previstas (Terraces Houses) fueron construyéndose y, además de reconfigurar el norte de Londres, generaron un nuevo modelo residencial para el futuro.
Y, finalmente, el procedimiento utilizado, abrió la puerta para un nuevo mercado, el inmobiliario.
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